El sospechoso de los tiroteos de este martes en tres salones de masaje asiáticos en Atlanta (Estados Unidos) negó tener una motivación racista y los achacó a una perturbación derivada de su «adicción sexual», aseguraron este miércoles las autoridades locales.
El suceso, que dejó ocho muertos, entre ellos seis mujeres de origen asiático, ha reavivado el debate en Estados Unidos sobre los crecientes ataques de odio contra estadounidenses con raíces en Asia, que han alcanzado casi 3.800 en todo el país desde que comenzó la pandemia.
NAM/EFE