viernes 10 de mayo de 2024

¡DESCUBRIMIENTO DE IMPACTO! Hallan cenizas de Colón en pueblo Larense

Unas reparaciones en la catedral de Santo Domingo en 1877 dieron con dos bóvedas hermosamente diseñadas al lado del altar mayor. Inmediatamente fueron convocadas las autoridades eclesiásticas para darles la novedad. Se percataron de que una de ellas tenía la inscripción de pertenecer a Cristóbal Colón y la otra, atribuida a su hijo Diego, estaba vacía, por lo que creyeron que los restos que enviaron a La Habana en 1785 fueron equivocados. Quisieron mantener todo en secreto hasta poder lograr un consenso. Ante tal hallazgo, se convocó a un conjunto de personas entre las cuales se encontraban representantes del Estado, de la Iglesia, el cónsul de España, el general venezolano Lugardis Olivo y otros individuos, y se procedió a la exhumación. Posterior al acto, se permitió que algunas personas tomaran parte de las cenizas que quedaron en la mesa, lo cual hizo el venezolano presente y otros más, a quienes se les expidió documentos que certificaban la autenticidad de los restos.

El general Olivo trasladó su parte de las cenizas a Caracas y, posteriormente, a Duaca, estado Lara, donde fueron encontradas en 1927 en posesión de su sobrina Etelvina González de Olivo. Posteriormente, las cenizas fueron adquiridas por el gobierno de Eleazar López Contreras en 1941 y colocadas en la Catedral de Caracas, en la capilla de Nuestra Señora del Pópulo.

El 24 de julio de 1972 se realizó un acto solemne en la Escuela Naval de Venezuela, en la meseta de Mamo de la parroquia Catia La Mar, para depositar las cenizas del almirante genovés. Desde entonces reposan en algún lugar del mencionado recinto, sin honores ni glorias y con la sospecha de su autenticidad. La realidad es que nadie sabe cuáles son las auténticas cenizas. Si las que quedaron en Santo Domingo, las que están en Sevilla o las cenizas que durante un tiempo estuvieron en Duaca. ¿Cómo llegaron al hermoso pueblo larense? ¿Quién era  Etelvina González de Olivo? La mujer que tuvo posesión de las cenizas en su casa en Duaca, son preguntas sin respuestas conocidas.

NAM/El Nacional/Luis Zambrano/Pasante