Un tribunal de Estambul decidió este viernes alargar la detención del empresario y filántropo turco Osman Kavala, encarcelado desde hace cuatro años sin haber sido juzgado, a pesar de la amenaza europea de sancionar a Ankara por este caso.
Los jueces consideraron que faltaban «elementos nuevos» que justificaran su liberación , según comprobó un periodista de la AFP.
Figura destacada de la sociedad civil y la oposición en Turquía, Kavala es acusado desde 2013 por el régimen del presidente Recep Tayyip Erdogan de querer desestabilizar su país.
En concreto, le reprochan haber promovido ese año la oleada de protestas contra Erdogan, bautizada como el movimiento del parque Taksim Gezi.
También le acusan de querer derrocar el gobierno con el golpe de Estado fallido de 2016.
Kavala niega, sin embargo, todas estas acusaciones.
El acusado comparecerá de nuevo ante el tribunal el 26 de noviembre.
Amnistía Internacional calificó la decisión de este viernes de «castigo cruel y una tortura para él y su familia» y consideró que fue «un día para la vergüenza» en Turquía.
Pese haber sido absuelto en febrero de 2020, Kavala volvió a ser detenido el día después, debido a acusaciones de haber «apoyado» el golpe de Estado de 2016.
Entonces, denunció que se trataba de una estrategia para mantenerlo entre rejas.
En una sala judicial llena, con numerosos diplomáticos estadounidense y europeos, Kavala intervino en la audiencia del viernes por videoconferencia desde la prisión de Silivri, al oeste de Estambul, donde se encuentra encarcelado desde octubre de 2017.
«Ninguna base legal»
Entre el público también había su esposa, la profesora de economía política Ayse Bugra, de la universidad Bogazici de Estambul.
«No tengo la impresión de salir de un juicio«, dijo a la prensa Bugra, tras el final de la audiencia.
«La decisión de mantener a Osman Kavala entre rejas no se fundamenta en ninguna base legal«, afirmó Milena Buyum, de Amnistía Internacional, en declaraciones a la AFP.
«Lo más sorprendente no es que las acusaciones retenidas no se basan en ninguna prueba, sino que resultan inverosímiles, basadas en teorías conspiranoicas«, criticó Kavala en un comunicado transmitido por sus abogados durante la audiencia.
«Alargar mi detención con una base tan frágil representa una decisión extrajudicial«, añadió.
En diciembre de 2019, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos había pedido su «liberación inmediata«, aunque las autoridades turcas hicieron caso omiso.
El Consejo de Europa, del que Turquía forma parte, amenazó en septiembre a Ankara con sancionarla por este caso.
Estas sanciones podrían ser adoptadas en la próxima reunión del Consejo, entre el 30 de noviembre y el 2 de diciembre, si la Justicia turca no libera antes al empresario.
Turquía se convertiría, entonces, en el segundo país en ser objeto de un «procedimiento de infracción«.
Hasta ahora el único país en ser suspendido a través de este procedimiento fue Rusia, entre 2017 y 2019.
La audiencia del 26 de noviembre, si permite la liberación de Kavala, podría frenar esta sanción.
NAM – AFP
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