Aunque la crisis política y económica del país ya no esté condicionada por la oferta política de la ruta inicial del proyecto Guaidó («cese de la usurpación, gobierno de transición y elecciones libres»), ahora lo está por la premisa que abandera el líder opositor como la fórmula decisiva en el desbloqueo de este conflicto: la presión internacional.
Y es que, precisamente, Juan Guaidó, presidente de la Asamblea Nacional, afirmó este martes que seguirá aumentando la presión en todos los terrenos y se seguirán aplicando los mecanismos adecuados para debilitar al gobierno de Nicolás Maduro y llevarlo a un proceso de transición que reduzca el efecto expansivo interno de la crisis económica y social del país.
“Seguirá aumentando la presión en todos los terrenos hasta lograr la libertad de Venezuela”, dijo Guaidó hoy en la sesión ordinaria del Parlamento, realizada una vez más fuera del Palacio Federal Legislativo, que fue tomado por asalto por una fracción disidente de la oposición (acusada de corrupción) y los 51 diputados representantes del chavismo (PSUV).
Esto implica que el líder opositor y su llamado gobierno interino, reconocido por EEUU y otros 54 países democráticos, apelarán a un nuevo ciclo de presión financiera y diplomática que podrían debilitar la estructura de poder de Maduro, esto con el objetivo de abrir un cauce político a la negociación del poder por la vía de una eventual transición o unas elecciones presidenciales adelantadas.
«Por supuesto que una acción aislada es insuficiente, hoy los venezolanos lo sabemos más que nadie, pero esto no ha sido ni espontáneo ni a la ligera. Hemos construido durante años el ejercicio de la mayoría mediante protestas, exigencias, presión diplomática, reconocimiento diplomático. Ahora, la táctica que estamos utilizando sí va a hacer la diferencia porque esto no es una acción aislada. La presión sigue y seguirá aumentando», enfatizó Guaidó.
Se estima que en los próximos días, el gobierno de EEUU anuncie nuevas sanciones financieras contra el gobierno de Maduro e individualmente contra el mandatario y su círculo cercano de altos funcionarios, en especial, Tareck El Aissami (ministro de Economía), Delcy Rodríguez (vicepresidenta) y Diosdado Cabello (presidente de la Asamblea Constituyente).
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Asimismo, Guaidó advirtió que «todos los que sostienen a la dictadura tendrán consecuencias», en clara referencia a que todas las empresas extranjeras, en especial las de flete petrolero y transporte áereo, que le prestan servicios y mantienen negocios con el gobierno de Maduro, serán sujetas a sanciones financieras, lo cual les impediría administrar sus capitales en cuentas registradas en el sistema financiero estadounidense. Esa situación las obligaría a cohibirse de realizar transacciones con el gobierno venezolano, lo que a su vez reduciría considerablemente el margen de maniobra logística y financiera de la administración de Maduro.
3:45pm #Caracas | En relación a las sanciones a la filial de Rosneft, @jguaido indicó que “todos los que sostienen a la dictadura tendrán consecuencias” #18Feb – vía @GabyGabyGG pic.twitter.com/2RN5WVNLjx
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Ricardo Serrano
