jueves 4 de julio de 2024

¡DECISIÓN FATAL! Claves para entender el caso de los niños y el entrenador atrapados en una cueva

El caso del los 12 niños atrapados en una cueva, en Tailandia ha conmocionado al mundo, mientras los rescatistas trabajan contra reloj para lograr la evacuación de los menores futbolistas y su entrenador.

Te presentamos cuatro claves para comprender cómo sucedió la tragedia y las dificultades enfrentadas hasta el momento:

1- ¿Quiénes son?

Se trata de 12 niños, de entre 11 y 16 años, quienes son parte de la Academia de fútbol infantil tailandesa Mu Pa (jabalíes salvajes). Ellos están acompañados por su entrenador, de 25 años.

2- ¿Qué ocurrió?

El grupo de tailandeses se trasladó en bicicleta hacia el complejo de cuevas Tham Luang Nang Non en Chiang Rai, luego de una práctica de fútbol, el pasado 23 de junio.

En este popular destino turístico, las 13 personas buscaron en la cueva un refugio para la lluvia y quedaron atrapadas cuando la súbita tormenta comenzó a inundar la cavidad y les cortó la salida. A pesar, de que en la entrada se ubica un cartel que advierte que no se debe explorar en la temporada de lluvias, los niños y su entrenador decidieron entrar.

A más de una semana de reportada su desaparición, los buzos localizaron al equipo, tras una intensa búsqueda en la que participaron más de mil 300 personas.

Visiblemente delgados, pero en buen estado anímico y de salud, los menores están siendo atendidos en la gruta por una decena de militares, entre ellos un médico y un psicólogo.

Gracias a la ingesta de complementos vitamínicos, el grupo recupera poco a poco las fuerzas de cara a la segunda fase: la salida de la cueva. Ninguna de las víctimas sufre problemas críticos de salud.

3- ¿Cómo planean rescatarlos?

Las autoridades barajan dos opciones para la salida de los niños: bucear a través de los pasadizos inundados o encontrar un hueco en la montaña por donde sacarlos con la ayuda de un helicóptero.

Para muchos, la opción uno es extremadamente peligrosa debido a la dificultad del proceso, ya que en cada viaje a la gruta los buzos tienen que atravesar unos 1.7 kilómetros de estrechos pasadizos entre visibilidad nula y corrientes de agua, un camino que toma, ida y vuelta, unas once horas, y el estrés psicológico al que los niños ya están siendo sometidos.

“Bucear no es fácil. Para la gente que nunca lo hizo será difícil y distinto a hacerlo en una piscina, ya que la cueva está llena de pequeños canales. Si algo ocurre en el camino podría haber peligro de muerte”, indicó el ministro del Interior tailandés Anupong Paojinda al periódico Khaosod.

No obstante, las operaciones de salvamento no comenzarán durante la noche de este viernes, aseguró el gobernador provincial Narongsak Ossottanakorn, sin aportar una fecha.

4- ¿Cuáles son los riesgos que corren los menores?

La temporada de lluvias recién está comenzando y es imposible asegurar que el lugar donde se encuentran atrapados no reciba más agua y resulte también inundado.

“Vamos a tomar el mínimo riesgo posible, pero no podemos esperar hasta que comiencen las fuertes lluvias y empeore la situación”, señaló Narongsak al referirse sobre el temporal de precipitaciones que se acerca a la región.

La situación de las aguas es ahora “mejor que nunca”, dijo el buzo finlandés Nikko Paasi, por el descenso de la cantidad tras una ventana climatológica favorable y el incesante drenaje artificial gracias al funcionamiento de unas 20 bombas de extracción.

De proceder, las operaciones tendrán lugar de manera gradual, sacando primero a los niños en mejores condiciones físicas y psicológicas.

A las preocupaciones por la aproximación de un temporal de lluvias, se suma además el descenso en la cantidad de oxígeno dentro de la cavidad.

Apakorn Yookongkaew, comandante de los buzos tailandeses, dijo a los medios que planean extender una tubería para proporcionar aire a los doce niños y el adulto.

Además, los desprendimientos de roca son recurrentes y hay riesgo de hipotermia si no logran mantenerse secos.

Finalmente, los jóvenes deben mantenerse atentos y tratar de no desesperarse y entrar en shock.

Para ello, han sido provistos de luz artificial y el equipo de buzos se turna para quedarse con ellos y hacerles compañía.

“A pesar de las malas noticias, la determinación de los equipos de rescate en sacar al grupo permanece intacta”, apuntó un representante de los fuerzas militares australianas en tareas de asistencia.

NAM/El Salvador