Pudo más la libido que el sentido común y un colombiano de 35 años pensó que tal vez si se portaba como un semental, las mujeres que contrató para tener sexo con ambas, dejarían pasar el pequeño detalle de que éste, no tenía un centavo. Se topó con un par de venezolanas, que accedieron a su fantasía añeja de tener sexo con dos mujeres de la tierra de Bolívar, pero no contó con que el pretender “estafarlas” sería para él una muy dura experiencia.
Periodistas de sucesos relataron que, tras el encuentro íntimo con las dos mujeres, la víctima no les quiso cancelar el pago acordado y en medio de la situación las ciudadanas se sintieron burladas y humilladas, ante lo cual, las mujeres tomaron todo lo que consiguieron en la habitación del hotel y le dieron una paliza.
Producto de ese castigo corporal, el hombre quedó moribundo, y en la inspección ocular, los funcionarios le observaron hematomas graves en la cara y gran parte de su cuerpo tendido en la cama del hotel.
Posteriormente las compañeras se retiraron del sitio. Poco después los empleados al ver que el hombre no salía del cuarto, entraron y lo vieron tirado en la cama y lo auxiliaron.
El individuo habría dicho lo siguiente: «Quise cumplir con mi fantasía sexual y terminé fregado. Esas mujeres son un demonio en carne y vida».
Ahora las autoridades policiales buscan a las venezolanas con la intención de ponerlas en manos de la justicia, mientras que el sujeto permanece en un centro asistencial recuperándose de las lesiones.
NAM/El siglo
