A menos de 24 horas para que el país entre en una nueva fase de presión social interna contra el gobierno de Nicolás Maduro por el agravamiento de la crisis económica, la oposición de Juan Guaidó gana terreno en un contexto de expectativa por la supervivencia del chavismo en el poder luego de la renuncia de uno de sus principales aliados; Evo Morales a la Presidencia de Bolivia.
Y precisamente, con base en la conexión comunicacional y política que podría tener la sublevación social que forzó a Morales a dimitir en ese país, es que Juan Guaidó, presidente de la Asamblea Nacional, reiteró este viernes el llamado a los venezolanos a salir a protesta mañana, sábado 16 de noviembre.
Asimismo, el líder opositor ratificó su exhorto a los militares y funcionarios de los cuerpos de seguridad del Estado a ponerse del lado de la Constitución, lo cual es un mensaje muy claro del jefe de la AN a evitar la represión y, además, a generar un escenario similar al de Bolivia, en el que las Fuerzas Armadas le sugieran a Nicolás Maduro hacerse a un lado en el poder para buscar una salida a la grave crisis económica y social del país.
«Hemos visto como la protesta desmorona al Gobierno», dijo Guaidó.
El parlamentario aclaró que el contexto actual del país no es una pugna por el poder, pues aseguró que Venezuela no está polarizada, sino que se trata de una lucha cívica de los venezolanos por recuperar la calidad de vida y la estabilidad social.
«El régimen quiere hacer ver una falsa normalidad. El reto es vencer la anormalidad. No es normal no tener luz, no tener agua, no tener transporte, que nuestros niños se desmayen en las aulas de clase», afirmó.
Esta declaración deja entrever que el gobierno de Nicolás Maduro emplea una estrategia discursiva y política en la cual intenta inducir un clima social de aparente normalidad a partir de su dominio en los medios de comunicación, así como en sus redes de influencia mediante la extensión del PSUV en los 23 estados del país.
«El objetivo de nuestra protesta es hacer que se vaya el dictador para hacer una eleccion presidencial libre. Debemos insistir hasta que el poder de las armas deje de sostener a la dictadura, como lo que paso en Venezuela en 1958», dijo Guaidó en una rueda de prensa este viernes en la cual ofreció detalles sobre la movilización de mañana.
A juicio de Guaidó, el gobierno de Maduro está débil y aislado, por lo cual ese podría ser el factor que reactive la solidez de la plataforma de presión social que el líder opositor pretende afianzar en un ciclo indefinido de protestas bajo la premisa de «calle sin retorno» a partir de este sábado 16 de noviembre.
«Por cierto, hay mucho nerviosismo en Miraflores porque Rusia reconoce al gobierno interino de Bolivia», agregó.
Aseguró que el Gobierno solo se respalda en la fuerza y las armas, por lo cual cuestionó el hecho de que la administración de Maduro le haya entregado fusiles a la Milicia Nacional. «¿No confían en la Fuerza Armada?», se preguntó Guaidó.
Apuntó que mañana habrá más anuncios sobre la continuación de las movilizaciones y la protesta en el marco de lo que califica como un paso muy cercano a la transición de gobierno. El país espera y se mantiene a la expectativa por un desenlace político que podría determinar la prolongación o el desbloqueo de una crisis económica que ya suma seis años haciendo mella en los venezolanos.
VIDEO | Presidente (E) @jguaido : Aquí el llamado a los funcionarios públicos y Fuerzas Armadas es a que se pongan del lado de la Constitución, el pueblo ya está revelado al hambre, a la necesidad y a la falta de medicinas pic.twitter.com/WXi55r3nBD
— Centro de Comunicación Nacional (@Presidencia_VE) November 15, 2019
Ricardo Serrano
