Una velocista bielorrusa se negó a tomar un vuelo desde Tokio el domingo después de que su equipo la llevara al aeropuerto en contra de sus deseos tras sus quejas sobre el cuerpo técnico nacional en los Juegos Olímpicos.
Krystsina Tsimanouskaya, de 24 años, buscó protección de la policía japonesa en el aeropuerto de Haneda el domingo por la noche. El lunes temprano, la legisladora japonesa Taiga Ishikawa trató de visitarla en el subcomisionado del aeropuerto, pero la policía le dijo que ella ya no estaba allí.
Ishikawa, un miembro de la oposición de la Cámara Alta del parlamento, dijo a Reuters que un oficial de policía se negó a decirle dónde estaba la atleta. La policía no hizo comentarios a los periodistas, que habían estado esperando toda la noche y no vieron partir a Tsimanouskaya.
El Comité Olímpico Internacional dijo anteriormente que había hablado con Tsimanouskaya y que estaba acompañada por un miembro del personal de Tokio 2020 en el aeropuerto.
«Nos ha dicho que se siente segura«, dijo el COI en una publicación de Twitter.
Agregó que el COI y Tokio 2020 continuarán sus conversaciones con Tsimanouskaya y las autoridades «para determinar los próximos pasos en los próximos días«.
El incidente del domingo, informado por primera vez por Reuters, puso de relieve la discordia en Bielorrusia, un antiguo estado soviético que está bajo un estricto control del presidente Alexander Lukashenko. En el poder desde 1994, enfrentó una ola de protestas el año pasado, a las que se sumaron algunos deportistas.
Tsimanouskaya dijo que el personal técnico había ido a su habitación el domingo y le había dicho que hiciera las maletas. Ella dijo que luego fue llevada al aeropuerto de Haneda por representantes del equipo olímpico bielorruso.
Pero ella se negó a abordar el vuelo y dijo a Reuters en un mensaje por Telegram: «No regresaré a Bielorrusia«.
El Comité Olímpico de Bielorrusia dijo en un comunicado que los entrenadores habían decidido retirar a Tsimanouskaya de los Juegos por consejo de los médicos sobre su «estado emocional y psicológico«.
El comité no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios adicionales.
Más temprano, un fotógrafo de Reuters vio al atleta de pie junto a la policía en el aeropuerto. «Creo que estoy a salvo«, dijo Tsimanouskaya. «Estoy con la policía«.
En un video publicado en Telegram por la Fundación Bielorrusa de Solidaridad Deportiva, Tsimanouskaya le pidió al COI que se involucrara en su caso.
Una fuente de la fundación, que apoya a los atletas encarcelados o marginados por sus opiniones políticas, dijo que Tsimanouskaya planeaba solicitar asilo en Alemania o Austria el lunes.
La directora de la fundación, la ex nadadora olímpica Aliaksandra Herasimenia, dijo a Reuters que Tsimanouskaya también podría estar recibiendo asistencia de Polonia.
«Pedimos ayuda a varios países«, dijo Herasimenia, tres veces medallista olímpica. «Pero el primero que reaccionó fue el consulado polaco. Estamos dispuestos a aceptar su ayuda«.
El hijo de Lukashenko, Viktor Lukashenko, es presidente del Comité Olímpico de Bielorrusia.
Entrenadores «negligencia»
Tsimanouskaya corrió en las eliminatorias femeninas de 100 metros el viernes y estaba programado para correr en las eliminatorias de 200 metros el lunes, junto con el relevo de 4×400 metros el jueves.
Dijo que la habían sacado del equipo «por el hecho de que hablé en mi Instagram sobre la negligencia de nuestros entrenadores«.
Tsimanouskaya se había quejado en Instagram de que la inscribieron en el relevo 4x400m después de que se descubrió que algunos miembros del equipo no eran elegibles para competir en los Juegos Olímpicos porque no se habían sometido a una cantidad suficiente de pruebas de dopaje.
«Algunas de nuestras chicas no volaron aquí para competir en el relevo 4x400m porque no tenían suficientes controles de dopaje«, dijo Tsimanouskaya a Reuters desde el aeropuerto.
«Y el entrenador me agregó al relevo sin mi conocimiento. Hablé de esto públicamente. El entrenador en jefe se me acercó y me dijo que había una orden de arriba para sacarme«.
El jefe del equipo de atletismo de Bielorrusia en Tokio, Yuri Moisevich, dijo a la emisora estatal STV que se había tomado la decisión de hacer cambios en el equipo de relevos, pero que no lo anunciaron de inmediato para no interrumpir la preparación de los atletas.
«Teníamos la intención de contarle todo, de explicarlo, especialmente porque ella era una reserva«, dijo Moisevich.
La líder de la oposición bielorrusa en el exilio, Sviatlana Tsikhanouskaya, instó al COI a tomar el caso del atleta.
«Tiene derecho a la protección internacional ya seguir participando en los @Olympics«, escribió Tsikhanouskaya en Twitter. «También es crucial investigar las violaciones de los derechos de los atletas por los CON de Bielorrusia«.
Tsikhanouskaya luego comparó el incidente con el aterrizaje forzoso de un avión de Ryanair en Minsk en mayo para arrestar al bloguero disidente Roman Protasevich y su novia, y propuso que todos los involucrados en el «intento de secuestro» de Tsimanouskaya se agreguen a las listas de sanciones de la UE y Estados Unidos.
«Ningún bielorruso que haya abandonado las fronteras de Bielorrusia está a salvo porque pueden ser secuestrados, al igual que Krystsina Tsimanouskaya o Roman Protasevich«, escribió en Telegram.
Vitaliy Utkin, miembro del parlamento bielorruso, criticó el comportamiento de Tsimanouskaya.
«Es traición y traición, que fue dirigida hacia el pueblo bielorruso y sus compañeros atletas«, dijo Utkin citando a STV.
Atletas encarcelados
El presidente Lukashenko se enfrentó a manifestaciones callejeras masivas el año pasado por lo que sus oponentes llamaron elecciones fraudulentas y ordenó una violenta represión contra los manifestantes. El presidente niega las acusaciones de manipulación de votos.
Inusualmente en un país donde los atletas de élite a menudo dependen de la financiación del gobierno, algunos atletas bielorrusos prominentes se unieron a las protestas. Varios fueron encarcelados, incluida la jugadora olímpica de baloncesto Yelena Leuchanka y el decatleta Andrei Krauchanka.
Otros perdieron su empleo estatal o fueron expulsados de equipos nacionales por apoyar a la oposición.
Durante la Guerra Fría, decenas de deportistas y figuras culturales desertaron de la Unión Soviética y sus estados satélites durante competencias o giras en el extranjero. Pero la libertad de viajar que vino con la caída de la Unión Soviética en 1991 vio disminuir la necesidad de actos tan dramáticos.
NAM – Reuters
