El primer ministro de Australia, Anthony Albanese, afirmó este viernes que aspira a que su país se convierta en una «superpotencia» de energía renovable y ha detallado los esfuerzos de su Gobierno para impulsar y acelerar la transición energética.
«La visión de mi Gobierno es que Australia sea una superpotencia en materia de energía renovable, lo que a su vez nos ayudará a convertirnos en una potencia manufacturera avanzada«, dijo en un discurso en el Foro de Energía de Futuro, celebrado hoy en Sídney.
Según Albanese, la tendencia global de cambiar hacia energías limpias es la «mayor oportunidad de crecimiento y prosperidad de Australia«, ya que en el país oceánico abundan los «componentes básicos del futuro de la energía limpia«, como el litio, el cobalto, el cobre, tierras raras o minerales críticos.
«Y así como nuestro continente está bendecido con abundancia de viento y sol, tenemos los minerales para construir turbinas eólicas y paneles solares que los convierten en electricidad«, destacó.
El primer ministro, en el poder desde mayo del año pasado, recordó la «presión» sentida por los australianos en el alza de los precios de la energía, que atribuyó a la guerra en Ucrania pero también a la «negligencia» de la administración anterior, que, a su juicio, «no logró una única política energética coherente«.
Fue «una década durante la cual la población de Australia creció en 3 millones, pero en realidad perdimos 3.000 megavatios de energía distribuible» y «en la cual 24 centrales eléctricas de carbón anunciaron su cierre, y ocho centrales eléctricas de carbón fueron cerradas«, explicó.
Albanese recordó que la meta de Australia es reducir en 205 millones de toneladas las emisiones de gases de efecto invernadero hasta 2030 y que las energías renovables respondieron por el 35% de la generación energética de todo el país en los últimos 12 meses terminados en marzo, casi un 20% más respecto al periodo anterior.
Puso, además, especial énfasis en la energía solar, que en 2023 «atraerá por primera vez más capital que la producción mundial de petróleo«.
«Y nadie es tan rico en sol como nosotros«, matizó.
Australia, uno de los mayores contaminantes del planeta si se toman en cuenta las exportaciones de combustibles fósiles, aprobó hace un año una ley para fijar su meta de reducción de emisiones contaminantes al 43% para el 2030 y reafirmó el compromiso de lograr la neutralidad de emisiones para el 2050.
«El compromiso del Gobierno de convertirse en una superpotencia de energía renovable tiene como objetivo estimular la inversión en infraestructura energética prioritaria«, señaló el primer ministro.
Estas inversiones igualmente incluyen un fondo adicional de 2.500 millones de dólares australianos (1.517 millones de euros al cambio de hoy) destinados a proyectos de hidrógeno renovable, así como el fomento de miles de programas de aprendizaje de nuevas energías a fin de preparar el mercado una vez concluida la transición energética.
La inversión española en Australia se centra cada vez más en el sector de las energías renovables y en las infraestructuras relacionadas con la transición energética, con empresas como Iberdrola, Naturgy y Elecnor.
NAM – EFE
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