viernes 26 de abril de 2024

¡CUELGAN LOS GUANTES! Llegar a los 60 años puede ser emocionalmente difícil para algunos

Para Joseph Brown, de 93 años, la señal más clara de envejecimiento fue cuando no pudo recordar que tenía que tener los pantalones desabrochados para ponérselos.

Para Caroline Mayer, de 95, ocurrió a los 80, cuando decidió “colgar los esquíes”, después de dos reemplazos de cadera.

Y para el doctor Thomas Gill, de 56 años, profesor de geriatría en la Universidad de Yale, es aceptar que las cinco millas y media que corre a diario ahora le llevan más de 50 minutos. Durante décadas se enorgulleció de correr esa distancia en mucho menos tiempo.

¿Existe algo así como un envejecimiento normal?

Los cambios fisiológicos que ocurren con el envejecimiento no son bruscos, explicó Gill. «Pensándolo crudamente, es como un tanque de combustible en un automóvil. A medida que envejeces, esa reserva de combustible disminuye», agregó.

En base a décadas ejerciendo, y con los últimos datos médicos, Gill y otros tres expertos en geriatría identificaron ejemplos (a continuación) de los que generalmente se consideran indicadores de un envejecimiento normal, en personas que tienen buenos hábitos de salud y reciben atención preventiva.

En los 50: la resistencia disminuye

En la década de los 50, la recuperación de lesiones o enfermedades es más lenta, dijo Stephen Kritchevsky, de 57 años, epidemiólogo y codirector del Centro J. Paul Sticht para el Envejecimiento Saludable y la Prevención del Alzheimer en la Universidad Wake Forest. Si bien nuestros músculos tienen una gran capacidad regenerativa, muchos de nuestros órganos y tejidos están disminuyendo su funcionalidad, dijo.

A menudo puede haber una ligera desaceleración cognitiva en los 50, agregó. Se debe a que la rapidez del procesamiento cognitivo suele disminuir con la edad.

En los 60: aumenta la susceptibilidad

Hay una buena razón por la que se recomienda a las personas sanas de 65 años y más que se vacunen contra la gripe, la neumonía y el herpes zoster: la susceptibilidad de los humanos y la respuesta negativa a estas enfermedades aumenta con la edad. Esas vacunas son críticas a medida que envejecemos, dijo Gill, porque estas enfermedades pueden ser fatales, incluso para personas mayores sanas.

Llegar a los 60 años puede ser emocionalmente difícil para algunos, como lo fue para el doctor David Reuben, quien tiene 65 y es director del Programa Multicampus de Geriatría, Medicina y Gerontología y jefe de la división de geriatría de la UCLA. Reuben recordó que el cumpleaños número 60 «fue muy duro. La reflexión y las dudas sobre uno mismo son bastante comunes a esa edad», dijo. «Te das cuenta que eres demasiado viejo para que te contraten en ciertos trabajos».

Las probabilidades de sufrir alguna forma de demencia se duplican cada cinco años a partir de los 65, dijo Gill, citando un informe del American Journal of Public Health.

En los 70: las condiciones crónicas empeoran

Esta es la edad en la que afecciones crónicas, como la hipertensión, la diabetes, o incluso la demencia, generalmente se afianzan, dijo Gill.

Asimismo, las personas en sus 70 años están perdiendo masa ósea y muscular, lo que los hace más susceptibles a sufrir una lesión grave o una fractura en caso de una caída, agregó.

 

NAM/El Tiempo Latino