domingo 16 de junio de 2024

¡CRISPADA CAMPAÑA! Enfrentada por la religión Costa Rica va a segunda vuelta presidencial

Costa Rica elegirá el domingo presidente entre un predicador evangélico y un intelectual progresista, con lo que pondrá fin a una crispada campaña donde la mezcla de fe y política provocó una fractura social sin precedentes en la pacífica nación centroamericana.

Los sondeos no ofrecen un panorama unánime para la segunda vuelta electoral que se celebrará el 1 de abril. Mientras unos dan la ventaja al exdiputado y cantante cristiano Fabricio Alvarado Muñoz, otros muestran un empate técnico con su rival oficialista, el escritor y exministro de centroizquierda, Carlos Alvarado Quesada.

Ambos Alvarado, que no son familia, pasaron inesperadamente al balotaje por sus posiciones enfrentadas sobre el matrimonio homosexual, tema que irrumpió en la campaña por un dictamen de la Corte Interamericana de Derechos Humanos pidiendo a Costa Rica equiparar los derechos de las parejas del mismo sexo.

La brecha que abrió ese debate se amplió hasta polarizar agriamente la elección entre un sector ultraconservador, cuyas creencias marcan su agenda política, y otro progresista, cuyos planteamientos a veces van contra el sentir de la mayoría.

“Esta división, esta guerra que se ha dado en distintos ámbitos (…) ha golpeado al país y el país no quiere eso”, dijo en el último debate Alvarado Muñoz, expresentador de informativos, de 43 años, quien construyó su campaña en torno a la defensa de los valores tradicionales y la familia.

Su contendor, periodista y politólogo de 38 años, le respondió que fueron “sus posiciones homofóbicas las que dividieron al país”, donde siete de cada 10 habitantes se declaran conservadores y religiosos.

Los ataques mutuos por llevar la religión a la arena electoral por primera vez desde finales del Siglo XIX opacaron temas críticos para el país, como el creciente déficit fiscal, la baja creación de empleo y las cifras récord de crimen.

 

Reuters