A medida que pasan los días, la marcada escasez de gasolina se agudiza y las colas en las estaciones de servicios se hacen cada vez más kilométricas. Son varios los factores que han provocado esta crisis energética que tiene a los venezolanos amaneciendo y durmiendo en sus vehículos para surtirse de gasolina. Y es que según reportó la agencia Reuters, las importaciones de combustible y diluyentes al país habrían caído a 137.500 barriles diarios.
De acuerdo con información suministrada a Reuters por José Sangronis, experto petrolero, esa cifra se ubica por debajo de los 200.000 barriles diarios que se trajeron al país en marzo y abril. Eso explica por qué la gasolina empezó a escasear a inicios de mayo, luego de que se agotaran las reservas de esos cargamentos.
Aunado a eso, se suma el factor de que solo dos refinerías, de 11 que había en el país, están operando y lo hacen apenas al 10% de su capacidad instalada. Se trata de las refinerías de Amuay y Cardón, según José Toro Hardy, experto petrolero y exdirectivo de PDVSA.
Junto a la falta de inversión y mantenimiento, así como el declive de la producción petrolera a solo entre 300.000 y 400.000 b/d, las sanciones de Estados Unidos han agravado la crisis, pues el gobierno de Donald Trump en marzo pidió a algunas empresas petroleras y comerciantes del mercado que detuvieran los envíos de gasolina y diluyentes a Venezuela. En mayo también les solicitó paralizar las exportaciones de combustible para aviones del país.
Estados Unidos le ordenó a la India, uno de sus aliados clave en Asia, que dejara de comprarle petróleo a Venezuela.
“No es de extrañar que las importaciones de diluyentes lleguen a cero y se llegue a un colapso total de escasez de gasolina”, pronosticó el experto Sangronis.
Y mientras se agrava la escasez de gasolina, las reservas se vuelven insuficientes hasta el punto que en estados como Monagas y Bolívar se comenzó a racionar el suministro por número de placa de cada vehículo.
Sangronis agregó que «el 80% del parque automotor nacional se mueve con gasolina y diésel y un pequeño porcentaje aún usa GNV”, reseñó Reuters.
La carestía de los insumos por la inflación y ahora la crisis de combustible han paralizado el transporte a nivel nacional en un 90%, con más impacto en estados fronterizos como Táchira y Zulia.
PDVSA ha gastado 9.000 millones de dólares en importación de gasolina desde 2017 debido a que no logra abastecer la producción nacional para el mercado interno y el país ya no la importa desde su filial en Estados Unidos, Citgo, debido al embargo parcial que el gobierno de Trump le aplicó en enero sobre esa empresa por solicitud de Juan Guaidó, presidente de la Asamblea Nacional.
NAM/Ricardo Serrano/Pasante
