Es una buena noticia para los que le tienen miedo a los hisopos nasales. La Alta Autoridad de la Salud(HAS por sus siglas en francés) acaba de aceptar que los test de saliva para la Covid-19, que ya estaban aprobados para las personas con síntomas, se utilicen para detectar el virus en personas asintomáticas, en particular en las escuelas y los hogares de ancianos.
El ministro de la Salud francés, Olivier Véran, había dicho que, una vez aprobados, estos test se desplegarían en colegios y universidades, ya que son menos invasivos que los hisopos nasales, por lo que pueden utilizarse más fácilmente en niños.
Las pruebas de saliva pueden realizarse en laboratorios o con kits de autodiagnóstico que deben devolverse a un laboratorio o un centro de pruebas en un plazo máximo de cinco horas. Pero hay algunas condiciones específicas, explica la radio France Info, como no meterlo en la nevera, y tomar la muestra al menos 30 minutos después de fumar, comer o lavarse los dientes, para no alterar los resultados.
Sin embargo, no se trata de un test rápido que dé el resultado en media hora. Habrá que esperar entre 24 y 48 horas, el tiempo que se tarda en colocar la muestra en una máquina de PCR en un laboratorio.
Desconfianza
La saliva es un fluido corporal muy complejo de analizar, que contiene más de 1.000 proteínas. Los médicos suelen tener poca confianza en ella: se hacen análisis de orina y de sangre, pero rara vez de saliva. Además, el coronavirus es un virus respiratorio, llega a través de aerosoles y entra primero por la nariz, donde se puede ver antes de tener cualquier síntoma.
Las autoridades europeas han pedido a los fabricantes que aumenten su nivel de fiabilidad para reducir el número de falsos negativos, aunque siguen siendo menos fiables que los test por la nariz. En comparación con los test de saliva rápidos, los test de saliva con PCR son más seguros, explica France Info.
Preocupa por otra parte su despliegue en las escuelas por la falta de médicos escolares para ayudar a los niños, en particular a los más pequeños, que no necesariamente saben escupir, y a los que habrá que extraerles la saliva de debajo de la lengua con un cuentagotas.
NAM – AFP
