miércoles 1 de mayo de 2024

¡COSTAS DE ARUBA! Gestionan repatriación de venezolanos muertos en naufragio

Leyva Coromoto Vilela Marrufo, solicitó este martes, ayuda económica para poder trasladar el cuerpo de su hermano Wilfredo Jesús Vilela Marrufo, uno de los dos fallecidos en el naufragio de la lancha que salió el viernes en la noche desde la península de Paraguaná hasta la Isla de Aruba.

Esta mujer venezolana, de 35 años de edad, tiene un año ilegal en la «Isla Feliz», trabajando como doméstica, intentando mantener a su familia que dejó en un sector popular de la ciudad de Punto Fijo.

Estaba de cumpleaños este 20 de octubre, cuando esperaba la llegada de su hermano, quien también estuvo trabajando ilegal en la isla, en el área de construcción, durante unos seis meses, hasta que hace 15 días lo deportaron.

Wilfredo Vilela, tenía 39 años. Decidió regresar en lancha, igual que como se fue la primera vez. En esta oportunidad pagó 250 dólares para que lo llevaran, pero no logró su objetivo por no saber nadar.

«Lo dejaron muy lejos, a la lancha le falló un motor y el capitán hizo que se lanzaran así. Wilfredo no sabía nadar y se montó sin salvavidas, confiado en que lo iban a dejar más cerca», contaron algunos allegados al caso. Dejó tres hijos, dos varones de 16 y 9 y una hembra de 7 años. 
«Ya tengo tres meses sin trabajo, solo de vez en cuando, y me quiero regresar a llevar el cuerpo de mi hermano, no me importa que sepan quién soy, no pude ni ahorrar, nada porque lo que ganaba era 340 dólares mensuales. Quiero ver a mis dos hijos (una niña de 16 años y un varón de 9), pero no tengo ni un florín (moneda neerlandesa) para comprar el pasaje, estamos pidiendo ayuda por todos lados para pagar los 4.580 florines que piden para entregarme  a mi hermano», dijo.
En una situación similar se encontraban los familiares de Jhonny Perozo Bracho (24 años), el otro fallecido en esta reciente tragedia, que fue confirmada por autoridades de Aruba
Perozo Bracho, de 24 años, estaba casado y dejó dos hijos (una niña de tres años y un bebé de uno). Iba por segunda vez a Aruba. La primera vez que fue se quedó trabajando ilegal en obras civiles más de un año hasta que lo deportaron hace como un año y medio. 
El hermano de Jhonny Perozo, Jorvy Perozo, llegó a Aruba buscando reunir la cantidad de 4.630 florines que exigen en el servicio funerario de Aruba para entregarle el cadáver.
Además, pidieron más solidaridad por parte de las autoridades de Aruba, por considerar que los controles de seguridad son muy fuertes en contra de los venezolanos, quienes «solo buscan trabajar duro y huir» de lo que definen como «la desgracia que se vive en Venezuela».
NAM/El Universal