La crisis institucional que se vive en la Asamblea Nacional ha profundizado la crisis política, pero ahora en dos planos: interno y externo. A lo interno de la oposición existen fricciones y fracturas muy fuertes que le restan fuerza y capital político al proyecto de transición planteado por Juan Guaidó, jefe del Parlamento. Mientras que a lo externo, el gobierno de Nicolás Maduro utiliza su control administrativo, político y jurídico sobre el Estado para encerrar a la oposición en un área sin margen de maniobra, es decir, sin posibilidad de escoger a un nuevo CNE, sin capacidad para mantener su dominio del Parlamento y sin apoyo social al liderazgo de Guaidó.
Es por ello que el secretario general del Comité de Organización Política Electoral Independiente (Copei), Juan Carlos Alvarado, comentó que este 2020 la directiva del Parlamento deberá promover debates internos que den paso a la construcción de la ruta política y solventen los problemas sociales.
Hasta ahora, la AN es una plataforma de debate nacional que pasa por una situación de bloqueo político interno, pues las ideologías y modos de acción que ahí confluyen se ven trastocados por denuncias de corrupción, falta de credibilidad de la población y un mermado capital político-electoral del principal líder opositor en la actualidad, Juan Guaidó, tras el exilio forzado de Leopoldo López desde el levantamiento militar del pasado 30 de abril.
“El pueblo venezolano está cansado del enfrentamiento político y que no haya ningún tipo de propuestas y soluciones a los problemas que tiene la gente”, dijo.
Precisamente, la confrontación política actual entre chavismo y oposición tiene al país en un estado generalizado de incertidumbre, falta de consenso y bloqueo estatal a cualquier posibilidad política de solucionar la crisis económica y social, pues esa es la única vía que todos los analistas concuerdan que se puede tomar para reconstruir el país.
Alvarado insistió en que los actores políticos deben “reflexionar” sobre las acciones emprendidas durante el 2019 para que puedan buscar soluciones a las problemáticas que enfrenta la nación.
“Esa confrontación entre gobierno y oposición, entre el poder Legislativo y el poder Ejecutivo, no ha traído nada positivo para el pueblo venezolano y hoy en día la gente está aclamando soluciones”, agregó durante una entrevista realizada en Globovisión.
La principal propuesta de la una parte del sector político es que se establezca una nueva negociación entre esos dos máximos poderes de la nación: Gobierno y Asamblea Nacional, basada en un programa de recuperación económica real y de atención a la emergencia social causada por la crisis humanitaria del país. No obstante, el ala radical de la oposición se rehúsa a volver a negociar con el chavismo tras el fracaso de los diálogos en Noruega y Barbados. Entre tanto, la crisis aumenta sus decibelios y el país se reduce aun más en todos los ámbitos de la vida nacional.
Ricardo Serrano
