viernes 3 de mayo de 2024

¡CONTROVERSIA! Cardenal Sarah suplica al Papa revertir suspensión de Misas privadas en San Pedro

El Cardenal Robert Sarah, hasta el 20 de febrero prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, solicitó al Papa Francisco que se retiren las normas de la Secretaría de Estado que prohíben la celebración privada de Misas en los altares laterales de la Basílica de San Pedro del Vaticano, en vigor desde el 22 de marzo.

La prohibición se adoptó en virtud de una carta de la Secretaría de Estado del Vaticano y se trata de una regla permanente. Según este documento, los cambios están destinados a garantizar que “las Santas Misas en la Basílica de San Pedro se lleven a cabo en un clima de recogimiento y decencia litúrgica”.

“Suplico humildemente al Santo Padre que disponga el retiro de las recientes normas dictadas por la Secretaría de Estado, las cuales faltan tanto a la justicia como al amor, no corresponden a la verdad ni al derecho, y no facilitan, sino que más bien ponen en peligro el decoro de la celebración, la participación devota en la Misa y la libertad de los hijos de Dios”, dice el Cardenal Sarah.

El Cardenal Sarah, con su escrito de este lunes 29 de marzo y publicado por el vaticanista Sandro Magister en el diario italiano L’Espresso, se suma al Cardenal Raymond L. Burke, Cardenal Gerhard L. Müller y al Cardenal Walter Brandmüller, que ya se habían expresado en contra de la prohibición.

La instrucción de la Secretaría de Estado sobre la prohibición de las Misas individuales en los altares laterales de la Basílica de San Pedro ha causado gran controversia. Hasta antes de su ejecución, todas las mañanas los sacerdotes que lo desearan podían celebrar la Eucaristía en los 45 altares y 11 capillas de la Basílica vaticana.

Muchos de esos sacerdotes son funcionarios del Vaticano que inician su jornada celebrando Misa, las cuales no siempre tienen presencia de fieles, y en algunos casos únicamente asiste el sacerdote que celebra.

En su carta, el Cardenal Sarah recuerda que la Misa, “aunque la celebre un sacerdote solo, nunca es un acto privado, y menos aún es en sí misma una celebración indigna”.

Al mismo tiempo, señala que “puede haber concelebraciones poco dignas y poco concurridas y celebraciones individuales muy decorosas y concurridas, dependiendo tanto del aparato externo como de la devoción personal tanto del celebrante como de los fieles, cuando están presentes”.

Por lo tanto, afirma que “el decoro de la liturgia no se obtiene en forma automática prohibiendo simplemente la celebración individual de la Misa e imponiendo la concelebración”.

El Cardenal Sarah indicó que en el decreto Presbyterorum Ordinis, además, el Vaticano II enseña: “No sólo se confirma aquí que, incluso cuando el sacerdote celebra sin el pueblo, la Misa sigue siendo un acto de Cristo y de la Iglesia, sino que se recomienda también su celebración diaria”.

Advierte también de que “existe como mínimo la seria posibilidad de que, al obligar a los sacerdotes a concelebrar y reducir así el número de Misas celebradas, se verifique una disminución del don de la gracia hecho a la Iglesia y al mundo. Si así fuera, el daño espiritual sería incalculable”.

Sin embargo, “a causa de las disposiciones que se han publicado, los sacerdotes que deseen celebrar la Misa según la forma ordinaria del rito romano se verán ahora obligados a concelebrar”.

“Es un hecho singular forzar a los sacerdotes a concelebrar. Los sacerdotes pueden concelebrar si lo desean, ¿pero se les puede imponer la concelebración? La gente dirá: ¡si no quieren concelebrar, que se vayan a otro lado! ¿Pero es éste el espíritu de acogida de la Iglesia que queremos encarnar?”.

“¿Es éste el simbolismo expresado por la columnata de Bernini delante de la Basílica, que representa idealmente los brazos abiertos de la Madre Iglesia que acoge a sus hijos?”, se interroga el ex prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Santos.

Se pregunta también: “¿Qué harán los sacerdotes que llegan a Roma y no saben italiano? ¿Cómo harán para concelebrar en San Pedro, donde las concelebraciones se celebran sólo en italiano?”.

Por otra parte, “incluso si se hiciera una corrección en este sentido, permitiendo el uso de tres o cuatro idiomas, esto nunca podría cubrir el gran número de idiomas en los que sigue siendo posible celebrar la Santa Misa”.

Al igual que los otros tres cardenales, el Cardenal Sarah cita el canon 902 del Código de Derecho Canónico, “el cual hace referencia a ‘Sacrosanctum Concilium’ n. 57, que garantiza a los sacerdotes la posibilidad de celebrar personalmente la Eucaristía”.

NAM/Aciprensa