El mediocampista venezolano Arquímedes Figuera, que milita en el Universitario de Perú, vivió hace algunos días un episodio lamentable luego de haber sido víctima de racismo en un encuentro de la Liga Peruana. Dicha situación provocó que el oriundo de Sucre, pensara en irse de tierras incas.
«Mi decisión era irme porque fue la primera vez que me insultaban tan fuerte. No esperaba esa serie de insultos, fue una situación bastante difícil. Como venezolanos estamos pasando una situación difícil, que se metan conmigo en lo futbolístico, pero no con mi país» sentenció el jugador en entrevista con Movistar Deportes.
Figuera denunció a principios de mes que después de haber sido expulsado, escuchó gritos de la gente de su propia institución, donde lo invitaban a dejar Perú y que se fuera a vender arepas, algo que realmente le dolió al jugador.
«Viendo la jugada, para mí, mi agente, la gente de mi entorno, me dijeron que no fue expulsión. Eso me perjudicó bastante, porque se vinieron una serie de insultos, que bueno. De verdad no lo esperaba y no se lo deseo a nadie porque es una situación verdaderamente difícil» agregó el mediocampista venezolano.
Salomón Rondón, clave en su decisión
Al final, Arquímedes se quedó en tierras incas y logró superar todas esas críticas, sobre todo gracias al apoyo de su familia y a su compatriota Salomón Rondón, quien le mostró todo su apoyo y le pidió que aguantara hasta el final.
«Me sostuvo, fue mi familia y el respaldo que me dieron en la Selección y el plantel de Universitario. Salomón Rondón me escribió y realmente me dio un respaldo que no esperaba, me dijo que me quedara, que aguantara hasta el final y que terminara de la mejor manera» reveló Figuera.
NAM/DIARIO AS
