El belga Thibaut Courtois, guardameta del Real Madrid, continúa el proceso de recuperación de la ciatalgia que sufre desde el pasado 2 de octubre, y este viernes realizó trabajo sobre el césped junto al preparador de porteros Luis Llopis, lo que, según pudo saber EFE de fuentes del club, le hace no estar descartado para el clásico frente al Barcelona del próximo domingo.
La decisión se tomará mañana sábado, en la última sesión preparatoria, aseguran estas mismas fuentes.
Courtois repitió rutina de entrenamiento en el interior de las instalaciones de la Ciudad Deportiva de Valdebebas y, tras ello, dio un paso más en su recuperación al hacer trabajo específico con Llopis, en el que, en la parte más importante, volvió a coger sensaciones bajo los palos.
Esto hace que la presencia de Courtois frente al Barcelona siga siendo una incógnita a poco más de 48 horas de recibir al Barcelona. El ucraniano Andriy Lunin, titular en los últimos cuatro partidos del Real Madrid, aguarda su oportunidad de estrenarse en un clásico.
Por otra parte, el alemán Antonio Rüdiger, quien recibió 20 puntos de sutura el martes tras un fuerte golpe con Trubin, el guardameta del Shakhtar Donestk, justo después de marcar el tanto que supuso el empate (1-1), también pudo entrenar sobre el césped.
Lo hizo con una tirita en la zona en la que se produjo la brecha y entrenando sin contacto. Trabajo en el gimnasio y sobre el verde antes de que mañana viernes entrene junto al resto de sus compañeros.
Una sesión en la que, según pudo saber EFE, la idea es que pruebe la máscara de protección con la que, en caso de confirmarse su buena evolución, jugaría el clásico.
Un elemento que no le es extraño, ya que jugó tres meses con este objeto en su etapa en el Chelsea.
Fue en la primavera de 2021, cuando Rüdiger sufrió un doloroso choque, precisamente contra el Real Madrid, en la ida de semifinales de la Liga de Campeones. En los minutos finales, en una pugna en la banda, el alemán se topó de frente con Álvaro Odriozola y se llevó un fuerte golpe en la cara.
Este le ocasionó una rotura de mandíbula por la que solo paró un encuentro. Menos de diez días después de la lesión, el central alemán ya estaba listo para jugar los 90 minutos de una victoria en Premier League en campo del Manchester City. Llegó en perfectas condiciones a la vuelta contra el Real Madrid y fue pilar fundamental para pasar esa eliminatoria y también en la final de la Champions, otra vez contra los ‘Sky Blues’. Para la Eurocopa, siguió portándola “para evitar riesgos”.
NAM/EFE
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