Las declaraciones de Henry Ramos Allup, líder de Acción Democrática y una de las voces más directas de la oposición venezolana, en el ala radical alineada con el movimiento de Juan Guaidó, toman lugar en la escena pública como la explicación de la realidad interna que, posiblemente, atraviesa el gobierno de Nicolás Maduro en este punto tan álgido de la crisis política y económica del país.
Y es que el diputado llamó la atención este martes en la sesión de la AN al afirmar que los venezolanos tienen demasiadas razones para manifestar porque «el gobierno de Maduro es una maldición», a lo cual agregó que se encuentra aislado porque se ha convertido en un «Estado forajido».
“Este gobierno es una maldición, han acabado con todo. Están aislados porque se han convertido en un estado forajido”, expresó el diputado en un acalorado debate esta tarde sobre el derecho a la protesta sin represión.
Bajo su óptica, el de Maduro se ha convertido en un gobierno forajido que incluso sus aliados excluyen. «Ya hasta los chinos y los turcos están cuidándose de hacer transacciones para no exponerse a sanciones económicas internacionales», dijo.
Allup asegura que el Gobierno deberá tener «los reales en los bolsillos», es decir, que podría quedarse sus capitales estancados, debido a que los bancos internacionales se muestran renuentes a hacer transacciones y recibir dinero presuntamente proveniente de estructuras de corrupción y lavado de capitales de altos funcionarios venezolanos y empresarios ligados al Gobierno.
Esta afirmación del diputado de AD implica que el gobierno de Nicolás Maduro podría estar pasando por una crisis financiera interna que limita su margen de maniobra y su capacidad para sostener el aparato militar, empresarial y político que respalda a líder chavista en el poder en medio del estado de gravedad actual de la crisis.
Ricardo Serrano
