Italia inició hoy con gran cautela la fase de desescalada gradual de las medidas de emergencia, después de 55 días de confinamiento estricto en todo el país.
El primer ministro, Giuseppe Conte, pidió responsabilidad en esta nueva etapa de «convivencia con el virus»
«Quiero subrayar que así como hemos abierto, podemos volver a cerrar. Los cierres serán automáticos si las cosas van mal», afirmó por su parte Walter Ricciardi, asesor del ministro de Sanidad y miembro del consejo de la OMS en una entrevista al diario La Repubblica.
Unos 4,5 millones de personas que estaban confinadas volvieron hoy a sus trabajos, con la reanudación de la actividad en industrias, construcción y comercio mayorista, sumado a los empleados de negocios esenciales.
Se les permitirá a los ciudadanos salir a pasear, hacer deporte más lejos de casa o visitar a familiares, manteniendo la distancia entre personas y el uso obligatorio de tapabocas.
NAM/EFE
