Caribes de Anzoátegui afronta una dificultad bastante preocupante que se está dirimiendo en tribunales por un conflicto de poder entre sus propietarios. No es la primera vez que la novena oriental transita momentos tubulentos al respecto. Se recuerda la temporada 2007-2008, cuando, por causas muy parecidas, Caribes estuvo a punto de no participar en esa temporada. Hoy la hasta ahora exitosa divisa anzoatiguense, enfrenta un nuevo litigio que involucra a sus propietarios actuales y lo que tal situación trae consigo aguas abajo que trastoca ineludiblemente al equipo en el terreno de juego.
Hay un misterio alrededor y muy poca información de dónde sostenerse. El conjunto Caribes de Anzoátegui tiene por dueños al empresario venezolano Rafael Gruszka Tress y al exgrandeliga Magglio Ordoñez, éste último desde el 15 de mayo del año 2013. Desde entonces, bajo esa dupla de socios ‘bien amalgamada’ el elenco de ‘La Tribu’ ha cosechado éxitos notables, pero, ahora mismo, Caribes viene de sufrir dos temporadas terribles y es que la conflictividad comienza desde la propia sociedad que parece haber finalizado en malos términos al punto de llevarlo a un conflicto legal.
La fanaticada anzoatiguense está angustiada, porque, no solo es que los pormenores de este conflicto se desconocen, sino que está latente la incertidumbre de lo que le ocurriría al equipo tras el desenlace de este enfrentamiento entre propietarios que ahora mismo se disputan el poder tutelar sobre el club.
A Caribes le costó bastante hacerse de un fanático que se dividía entre caraquistas y magallaneros, pero que, con el tiempo y gracias a las inversiones, la buena gerencia y los resultados traducidos en triunfos y títulos, sumó cada vez más y más fanáticos a la divisa representante del estado oriental. El silencio y el misterio son mala compañía y mal presagio. Se espera que pronto, Caribes pueda mostrarse íntegro y pueda volver a superar conflictos como éste por los cuales ya ha transitado.
Primer sismo en Caribes
Bajo la administración de Gruszka, el equipo de Caribes afrontó la crisis de la temporada 2007-2008, cuando, por desacuerdos internos entre los grupos propietarios, la organización deportiva estuvo a punto de no participar en esa edición de la pelota venezolana.
Para el 2007, el grupo de socios de Rafael Gruszka controlaba el 63% de las acciones, sin embargo no tenía representación alguna ante la Liga Venezolana de Béisbol Profesional (LVBP).
La disputa obedecía a que el grupo de Pablo Ruggieri, de los fundadores del equipo, argumentaba irrespeto en los procedimientos administrativos al momento de adquirir la propiedad del equipo, por lo cual ellos debían de mantener la vocería principal.
Las rivalidades llegaron a tal punto que para el inicio de la temporada, Caribes, que cumplía los 20 años de fundada, debía ratificar su inscripción ante la LVBP y no lo había hecho.
De no participar en la competición, el equipo debía afrontar una venta forzada. Luego de varias reuniones, en septiembre de ese año, la organización oficializó su participación en la campaña, acordando formar un comité con representantes de ambos grupos.
Ya para el 2008, Gruszka controlaba la mayoría de las acciones y ocupaba la presidencia del equipo. A partir de ese momento, Caribes de Anzoátegui inició un complicado proceso de reestructuración interna y en 2011, luego de cargar con dos campañas consecutivas acumulando 76 derrotas, logró su primer título de liga.
Dos años después, en mayo de 2013, el equipo pasaría a tener dos dueños nuevamente, cuando el exgrandeliga, pelotero formado en esa organización, Magglio Ordóñez, adquirió el 50% de las acciones. Ocho meses más tarde, el 8 de diciembre de ese año, Ordóñez se convirtió en alcalde de la ciudad de Puerto La Cruz por el oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela.
¿Un nuevo alto mando? ¿A qué nivel?
En una nota del 21 de febrero de este mismo año, 2024, El Emergente publicó que un nuevo alto mando tendrá Caribes de Anzoátegui desde esta semana, al menos de manera transitoria, de acuerdo con un reporte que señala a Eliézer Alfonzo como el nuevo encargado de tomar las decisiones en las oficinas del Chico Carrasquel.
Según informó Douglas Cedeño, el gerente general Samuel Moscatel no continúa con la divisa. Moscatel, responsable directo de las cuatro coronas conquistadas por Caribes de Anzoátegui a partir de enero de 2011, no respondió a los intentos de El Emergente para confirmar o negar la información.
Pero Cedeño aseveró que fue despedido este miércoles y agregó que Alfonzo «es el designado de manera legal para la administración de la sociedad mercantil Caribes BBC C.A.».
No obstante, el portal El Emergente señala a Eliézer Alfonzo, expelotero franquicia como el que va a tomar las decisiones en Caribes, un Alfonzo que no tiene experiencia en gerencia deportiva, todavía. En octubre comenzó una nueva etapa como coach de bateo con los propios Caribes de Anzoátegui.
De sus 22 temporadas como pelotero activo en la LVBP, 16 fueron con los orientales. Es, de hecho, el máximo jonronero en la historia de la franquicia, con 95.
El tribunal que nombró a Alfonzo, también destituyó cautelarmente a la plana mayor de Caribes de Anzoátegui. Pero, de ahí para acá, es poco lo que se sabe sobre quiénes por fin son los propietarios del elenco oriental, cómo quedan ahí Rafael Gruszka y Magglio Ordoñez, quienes se repartían el 50% de las acciones de la sociedad mercantil.
Tampoco se conoce con certeza quiénes integrarían la llamada plana mayor a nivel gerencial de los Caribes y en consecuencia mucho menos se maneja algo atinente a la estructura técnica del elenco, por lo que, aún sigue siendo incierto y la fanaticada de ‘La Tribu’ sigue a la espera del desenlace.
La historia de Caribes de Anzoátegui
A mediados de Enero de 1987 la Dra. Gioconda de Márquez convoca a un grupo de personalidades de la región con la intención de dar calor a un proyecto creado por su fallecido esposo Jesús Márquez. La mentalidad creadora y visionaria de Jesús Márquez llegó a concebir la idea que el pueblo oriental, deportista por excelencia y beisbolista por naturaleza, debía tener un equipo propio en la Liga de Béisbol Profesional de Venezuela, cuya sede sería Puerto La Cruz, dada la estrategia de su ubicación geográfica y aunado al incremento del desarrollo económico y social de la entidad portocruzana en los últimos años, especialmente en la actividad turística.
Bajo esta concepción se instituyó un comité promotor conformado por integrantes de las fuerzas vivas del Estado, que entre otras actividades, tendría la misión de crear el ambiente propicio para solicitar a la Liga Venezolana de Béisbol Profesional una franquicia para Puerto La Cruz.
De igual forma este comité motivó a distintos empresarios de la ciudad de Guayana para que conjuntamente se hiciera la solicitud formal de las dos franquicias.
En la convención de la Liga Venezolana de Béisbol Profesional, efectuada en la ciudad de Porlamar en mayo de 1987, bajo la Presidencia del periodista Duilio DiGiacomo, se introduce esta petición juntamente con la de Guayana.
Entre los requisitos exigidos por la Liga estaba pautado que se construyera una Compañía Anónima; por tal circunstancia el 15 de Julio de 1987 se registra la Sociedad Mercantil Caribes de Oriente Béisbol Club, C.A, con la participación de 21 socios y capital de Bs. 6.000.000,00. Para ese entonces el costo de la franquicia se estableció en 6 millones de bolívares.
A partir del año 1987, Caribes de Oriente inició un largo y difícil peregrinar por las diversas instituciones nacionales, estatales y municipales, con la finalidad de buscar el apoyo económico para la conclusión de las obras de remodelación del estadio Alfonso “Chico” Carrasquel, escogido como sede del equipo por sus características y ubicación, a la vez que llenaba el requisito de posibilidad de ampliación para albergar quince mil fanáticos, siete mil de ellos instalados en la tribuna, entre sillas y bancos.
Otra dificultad adicional complicaba cada vez más la posibilidad de Caribes de Oriente de iniciarse como equipo de béisbol profesional y lograr su definitiva aprobación por parte de la liga, y ese era que no aparecía el equipo que hiciera pareja con la tribu oriental, ya que era necesario para la expansión del béisbol criollo una cifra par.
Guayana declinó sus aspiraciones a convertirse en sede para la pelota criolla por no mostrar interés en dicho proyecto de expansión.
Debido a esto la organización Cocodrilos de Caracas exigía ser franquicia beisbolística para operar en la ciudad capital, situación que fue vetada por las normas del béisbol organizado de tener más de dos equipos en una misma ciudad; por lo tanto quedó eliminada esa posibilidad y Curazao, que apareció como remota opción, representaba costos exagerados para los equipos, aparte de otras dificultades de índole geopolítico.
En la convención de Mérida realizada en mayo de 1990 bajo la presidencia del Dr. Rafael Marcial Garmendia, se aprobó la expansión de la Liga Venezolana de Béisbol Profesional a ocho equipos, con la incorporación de Caribes de Oriente con sede en Puerto La Cruz y Petroleros de Cabimas con sede en la ciudad de Cabimas.
Estos nuevos equipos iniciarían actividad a partir de la temporada 1991/1992. El costo de las nuevas franquicias fue tasado en quince millones de bolívares, más otros tres por aplicación de cláusula penal de la liga por no tener las instalaciones en condiciones adecuadas a su criterio, para el 30 de Abril de 1991.
De esta manera se puede interpretar que el costo real de la franquicia oriental fue de 18 millones de bolívares en aquella oportunidad.
Caribes de Anzoátegui a partir de la 2005-2006
Bajo la nueva denominación Caribes de Anzoátegui B.B.C. la tribu oriental participó en su decimoquinta campaña en la LVBP demostrando que es uno de los clubes más exitosos y ganadores en la actualidad.
Con Luis Dorante como nuevo estratega los aborígenes se las arreglaron para estar en la pelea de la clasificación durante esta campaña, que fue una de las más peleadas en la división oriental, en la cual alcanzó su séptima clasificación a la ronda semifinal en el puesto de comodín finalizando con record de 32 triunfos por 30 derrotas.
Lo cierto es que Rafael Gruszka viene siendo dueño o copropietario de Caribes de Anzoátegui desde que compartió sociedad con el grupo fundador del club, donde se encontraban, entre otros, Pablo Ruggeri, grupo con el cual entra en disputa, como ya se dijo y Magglio Ordoñez pasa a adquirir la otra mitad del porcentaje como socio de Gruszka en la divisa. 50% para cada uno, luego de que Gruszka fungiera por un tiempo como socio mayoritario con más del 60% de las acciones a su nombre.
Desde entonces todo marchaba por ‘buen camino’ pero, las cosas han virado drásticamente y ahora ‘el amor’ entre los socios Gruszka-Ordoñez se rompió de manera irreconciliable y se dirime el desenlace en Tribunales.
Caribes de Anzoátegui ha ganado cuatro títulos de Liga y un subcampeonato. Sus últimas dos temporadas han sido negativas, siendo la peor la recién finalizada 2023-2024.
La fanaticada de Caribes, los otros siete equipos de la LVBP y el béisbol en general, siguen a la espera de que este conflicto de intereses lleno de misterio y de elucubraciones termine bien. El nombre de Eliezer Alfonzo, jugador -ahora exjugador- insignia de la divisa pudiera ser el catalizador al gran problema que afronta esta sociedad en aras de continuar su camino que ha venido en ascenso.
NAM/Ernesto Ríos Blanco/Agencias
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