El ser humano comprueba una vez más que, en su capacidad de innovar, el cielo es el límite y, en este caso, ni siquiera eso.
Tan así que la industria de la aeronáutica comercial logró esta semana superar lo que siglos atrás pertenecía al ámbito de la ciencia ficción.
Y el viernes marcó un hito, cuando un grupo de pasajeros risueños descendieron de una aeronave cerca de Nueva York dejando a sus espaldas un nuevo récord.
No era el suyo, sino el de la aerolínea con la que habían viajado, en el vuelo SQ22, entre Singapur y el Aeropuerto de Newark. Estuvieron en el aire casi 18 horas y recorrieron 9,534 millas o 16,700 kilómetros de distancia.
Así es como Singapore Airlines se apoderó de un codiciado título en la aviación comercial, alcanzando el récord del vuelo sin escalas más largo del mundo.
Kristopher Alladin, un canadiense de 37 años, estuvo entre los 150 pasajeros que surcaron los cielos en ese nuevo Airbus A350 que no tiene clase turista, cuyos asientos parecen auténticos tronos.
“Me siento perfectamente descansado”, dijo Alladin. “Aunque estaba en clase económica premium, se tiene la impresión de estar en primera clase. No hubo nada estresante”.
Un pasaje de ida Singapur-Nueva York cuesta unos $2,150 en la clase económica premium, según el sitio web de la aerolínea. Y el billete de ida y vuelta se eleva a $3,500. En cabina de primera clase el costo comienza en $5,000.
El vuelo creó una gran expectativa, principalmente entre los amantes de la aviación. La ultramoderna aeronave dispone de mayor espacio y un diseño especial para reducir el desfase horario o jet lag. Los pasajeros se ahorrarron entre 4 y 6 horas de viaje si hubieran hecho escala, degustaron un menú especial con exquisiteces y tuvieron acceso a mil horas de películas y contenido audiovisual.
De este modo, con su proeza, Singapore Airlines, la mejor aerolínea del mundo, según el último ranking de Skytraxx, eclipsó la gesta de Qatar Airlines, que a principios del año pasado batió el récord anterior, en un vuelo entre Qatar y Nueva Zelanda de unas 9,000 millas o 14,500 kilómetros de distancia.
El nuevo avión, especialmente diseñado para vuelo ultralargos, tiene ventanas más amplias, un techo más alto y un cuerpo más ancho para que los pasajeros no se sienta como dentro de un tubo. Hace menos ruido en la cabina y utiliza iluminación LED dirigida a reducir el jet lag.
El A350 también puede tolerar una mayor presión en la cabina, lo que brinda más oxígeno y humedad en el aire para los afortunados viajeros.
NAM – El Nuevo Herald
