A través de una carta, Martha Sepúlveda le notificó al juez 20 Civil del Circuito de Medellín y a los representantes legales del Instituto Colombiano del Dolor (IPS Incodol) que su voluntad de someterse a la eutanasia se mantiene.
La carta firmada con fecha del jueves 28 de octubre del 2021, iba dirigida al juez Omar Vásquez Cuartas y a Roberto Carlo Rivera y Fredy Quintero, estos últimos funcionarios del IPS.
“Le agradezco al señor Juez por haber administrado Justicia en forma diligente y por haber protegido mis derechos fundamentales vulnerados por la IPS Incodol. La reafirmación de mis derechos en este momento tan complejo de mi vida me llena de alegría y reafirma mi confianza en la Justicia y los funcionarios que la hacen real y viva de cara a los ciudadanos”, expresó Sepúlveda.
La mujer de 51 años de edad dijo, además, que aún no ha determinado la fecha y hora para llevar a cabo el procedimiento.
“Una vez decida el día y la hora en que quiero que se lleve a cabo este procedimiento se la comunicaré formalmente al despacho judicial y al IPS Incodol para que garanticen mi derecho fundamental a la muerte digna a través de la eutanasia y den pleno cumplimiento a la orden judicial proferida”, agregó.
Sepúlveda, quien iba a morir el domingo 10 de octubre a las 7 de la mañana, ahora espera lograr su deseo de morir con asistencia médica tras padecer esclerosis lateral amiotrófica.
La eutanasia que no fue. Esta es la bitácora del inaudito reversazo de la muerte digna de Martha Sepúlveda.
Colombia.pic.twitter.com/omiiAdELs1
— Juan David Laverde (@jdlaverde9) October 10, 2021
El caso de Sepúlveda se conoció el mes pasado cuando, en un reportaje de Noticias Caracol, contó su deseo de morir a los 51 años de edad.
“Si es desde el plano espiritual, yo estoy totalmente tranquila (…) Cobarde seré, pero no quiero sufrir más, estoy cansada. Lucho por descansar”, dijo la mujer, quien agregó que la certeza de morir le daba “tranquilidad”.
Desde que fue diagnosticada, la mujer empezó a perder fuerza en las piernas y cada vez se le hizo más difícil caminar distancias largas, lo que empeoró su calidad de vida.
Sin embargo, horas antes de que le practicaran el proceso, Incodol decidió cancelar el procedimiento al “contar con un concepto actualizado del estado de salud y evolución de la paciente” con el que “se define que no se cumple con el criterio de terminalidad como se había considerado”, según señaló en un comunicado.
Se trata de la primera paciente colombiana en recibir el procedimiento desde que la Corte Constitucional lo autorizara en julio para personas con enfermedades no terminales.
NAM – El Tiempo
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