Los azulgranas sufrieron en exceso para doblegar a un digno Osasuna que con diez jugadores desde el 26′, resistió de manera casi heroica. Gran imagen antes de la final de Copa de los navarros, mientras los azulgranas se quedan a un pequeño paso de cantar el ansiado alirón.
En una hora menos habitual de lo que suele ser costumbre, el FC Barcelona abría la jornada 33 recibiendo a Osasuna, que a su vez está pendiente también de esa final de la Copa del Rey del sábado. Muchas rotaciones por tanto en la escuadra de Jagoba Arrasate y el equipo de gala para Xavi Hernández. Cuyos hombres salieron controlando la pelota ante un rival que no reculó como se esperaba. Y que pese a las bajas supo mantener bien sus señas de identidad.
Apenas vimos a Marc-André ter Stegen, pero tampoco sufrieron en exceso los navarros. Pedri tuvo la más clara en el 26′ al no acertar a rematar a puerta vacía. Y el propio canario era derribado al minuto siguiente por el debutante Herrando, cuando era el último hombre. Roja para el rojillo y aparentemente escenario favorable para los azulgranas. Que no supieron en cambio aprovecharlo en ese primer acto, sin hacer un solo disparo a la portería de su rival.
La mala noticia del bando local era la lesión de Gavi que obligaba a Ansu Fati a sustituirlo en ese primer acto. Por lo demás, ritmo lento y cansino, con los azulgranas demasiado previsibles y sin poder sorprender a su rival, que mantenía un gran orden defensivo en todas sus líneas. El mismo que lograron mantener en la segunda parte de hecho.
Una victoria sufrida
El conjunto azulgrana salió algo más tenso en la segunda parte pero confiado en que el gol acabaría llegando. Fallaba Frenkie De Jong una ocasión clara en el 51′, que se quedaba solo ante un Aitor Fernández que estuvo descomunal. Él solventó con éxito aquellas jugadas del ataque culé que la zaga navarra, con un jugador menos, no sabía contener. E incluso había espacios para alguna contra visitante.
Porque los de Xavi Hernández no encontraban el camino al gol. Centros sin sentido, un Ousmane Dembélé (recién entrado ) errático, Robert Lewandowski desorientado… Los catalanes no podían ante un rival con diez. Incluso un gol anulado a los locales por fuera de juego milimétrico de Ferran Torres. Que poco antes había tenido otra ocasión clara. Pero tendríamos que esperar al 85′ para ver al fin el marcador ser desnivelado.
Jordi Alba, cuyo futuro está en el aire, lograba anotar tras unos buenos minutos en banda izquierda y ya fruto del acoso de los azulgranas en cada acción. El lateral zurdo desnivelaba el partido para dejar a los de Xavi Hernández a uno o dos pasos del título, dependiendo de lo que suceda esta misma noche en Anoeta. Una victoria sufrida, con una imagen mejorable de los culés, pero que ahora da diez días de tranquilidad en el club y el entorno. Esperando el ansiado alirón.
NAM/Agencia
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