Cuando aún muchos buscan el bicampeonato o el tricampeonato, la vara que quiere dejar el Caracas BBC persigue ser más alta, tan alta como la de sus 21 campeonatos conquistados. Y es que, luego de 13 años en búsqueda del tan anhelado título 21, los Leones del Caracas pudieron conseguir el gallardete jugando la mejor pelota que se ha visto en las últimas campañas.
Los Leones lideraron la ronda eliminatoria con 36 victorias y19 derrotas, encabezaron el Round Robin con diez triunfos versus seis reveses y dominaron la final con cuatro conquistas frente a dos caídas. En total, el récord del club desde octubre hasta enero fue 50-27. Eso sin contar que varios de sus peloteros arrasaron con los premios individuales de la LVBP correspondientes a la campaña regular y un poco más.
La satisfacción que embarga a su directiva es notable. Y como no tenerla después de todas las lesiones, faltas de permiso y contratiempos que padecieron y que los obligó a realizar desde hace poco menos de un año todos los movimientos posibles para confeccionar el que terminó siendo el mejor equipo de la LVBP en su edición 2022-2023. “Es una temporada soñada para cualquier equipo”, señaló el presidente de los Leones, Juan Carlos Escobar en entrevista con la marca Meridiano. “Faltó un último paso para llevarnos todos los premios”. Y están enfocados en honrar esa deuda, esta vez en Miami como escenario.
A pesar de las bajas y el cansancio que sufrió el equipo cuando estaba mas cerca del objetivo, los dirigidos por el manager José Alguacil, demostraron tener determinación y carácter para avanzar hacia el vigésimo primer título de la Liga Venezolana de Beisbol Profesional.
Rumbo a la próxima campaña
El título es el comienzo de lo que puede ser una dinastía en la pelota venezolana y pedir más podría ser una ambición, sin embargo, desde las oficinas están preparados para revivir una década exitosa como la que tuvieron en los años 80, cuando alcanzaron cinco títulos en 10 torneos disputados. “La meta es mantener ese nivel en las siguientes temporadas y seguir siendo el equipo que demostramos”, avisó Escobar. “Desde ya tenemos definidos los pasos a seguir para la próxima temporada, queda ejecutarlos”.
Leones estuvo a las puertas de alcanzar su tercera corona de Serie del Caribe al caer en la final del torneo celebrado en el Estadio Monumental de Caracas Simón Bolívar, 3-0 ante los Tigres de Licey representantes de la República Dominicana.
Esa derrota no quita que su campaña haya sido una de las más exitosas para la novena que desde ya se prepara para volver a un “Clásico del Caribe” en busca de revancha. “El equipo estuvo a la altura, por eso llegamos a la final, en el último juego se montó un lanzador por República Dominicana que estaba intraficable, son cosas de este deporte, no tengo nada que reprochar al equipo”.
Otra visión, otra química
Muchos criticaron hasta el cansancio al difunto Luis Ávila, pero, el trabajo de éste versó fundamentalmente en darle al equipo un rostro corporativo, establecerse como los líderes en mercadeo y lo lograron. El Caracas BBC fue el primer club en confeccionar sus propios uniformes con calidad Grandes Ligas y para eso, Ávila creó la empresa Sport Business Solution (SBS) que se encargó del diseño y confección de uniformes, gorras y otros suvenirs importados, con tal calidad, que luego, Navegantes del Magallanes y Tiburones de La Guaira también se aliaron con esta compañía.
SBS se encargó del mercadeo de suvenirs oficiales para los fanáticos, algo que enamoró a los aficionados, pero, luego, con la crisis económica, los productos oficiales de SBS se tornaron impagables. Pero, además, Ávila le devolvió al club su carácter empresarial, corporativo, algo más que un equipo de béisbol, reinauguró el clubhouse, uno de los más hermosos de la liga y creó la «Galería de Inmortales» donde yacen los protagonistas de una institución de 80 años ininterrumpidos y exitosos.
Sin embargo, Ávila tenía su carácter y su modo de ser que poco gustaba. Aparecía muy poco en los medios, jamás interactuaba por redes con nadie. Conceder una entrevista no era tarea fácil y su relación con los peloteros era muy distante. Él se regía por las jerarquías y el organigrama, así que era muy poco lo que se le veía en los estadios.
Juan Carlos Escobar, quien trabajó por muchos años al lado de Ávila, aprendió de éste lo que debía y no debía hacer y, en su primer año al frente de la tropa melenuda, ya consiguió su campeonato. Hombre sencillo, de trato afable, poeta, bohemio, muy interactivo, muy mediático, consustanciado con sus peloteros, con su cuerpo técnico y con sus fanáticos, otra visión, otra óptica y evidentemente otros resultados.
Esa dinastía que está por venir, buscará imponer un record, quedar cuatro veces campeones de manera consecutiva. Es ambicioso, pero, a grandes desafíos, mayores esfuerzos.
NAM/Redacción/Meridiano
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