Sooronbai Jeenbekov, presidente de Kirguistán, dijo este jueves que renunciaría luego de las protestas por una polémica elección parlamentaria. Esta es la tercera vez en 15 años que un líder de este país es derrocado por un levantamiento popular.
“En este caso, se derramará sangre. Es inevitable (…) No quiero pasar a la historia como un presidente que derramó sangre y disparó contra sus propios ciudadanos» expresó Jeenbekov en un comunicado.
Los manifestantes en la capital de Bishkek celebraron la decisión del presidente Sooronbai Jeenbekov, sin embargo, no está claro si esta decisión apaciguará los disturbios que se han suscitado en el país desde la semana pasada. Los manifestantes exigieron rápidamente la disolución del parlamento y la dimisión de su presidente, que es el siguiente en el orden de sucesión.
Jeenbekov, quien fue presionado para renunciar a las protestas y algunos políticos de la oposición, incluido el nuevo primer ministro, había rechazado los pedidos de renuncia solo un día antes. Pero en un comunicado emitido por su oficina, dijo que temía la violencia si permanecía en el poder, y señaló que los manifestantes se enfrentaban a la policía y al ejército.
Agencias/ NAM
