miércoles 1 de mayo de 2024

¡BRUSCO DIVORCIO! Boris Johnson advierte que el Reino Unido no se someterá a los tribunales de la UE

La salida de Reino Unido de la Unión Europea se consumó y ya es un hecho, pero desde que entró en vigencia a partir de la media noche del pasado 31 de enero, se han producido tensiones diplomáticas que podrían ralentizar el proceso de concreción de un acuerdo comercial entre la nación británica y el bloque comunitario de los 27.

Y es que el primer ministro británico, Boris Johnson, ha tomado partido por los defensores del libre comercio frente a los proteccionistas. Aseguró este lunes que no aceptará ningún tratado que obligue al Reino Unido a un alineamiento estricto con las normas comunitarias —en estándares de calidad, materia laboral o medioambiental— o a un sometimiento a los tribunales de la UE.

La política exterior británica queda ahora configurada bajo la premisa de no subordinar la jurisdicción financiera, diplomática, legal y económica del Reino Unido a las directrices jurídicas del Tribunal de Justicia Europeo.

«Se nos ha dicho durante mucho tiempo que debemos escoger entre un acceso completo al mercado interior de la Unión Europea a cambio de aceptar sus normas o sus tribunales —lo que se ha llamado el modelo noruego— o un acuerdo comercial que abra mercados y evite toda la panoplia reglamentaria de la UE como el acuerdo existente con Canadá [CETA, en sus siglas en inglés]. Ya hemos tomado la decisión. Queremos un acuerdo global como el de Canadá. Y en el improbable caso de que no lo logremos, el acuerdo se basará en el Acuerdo de Retirada que ya hemos firmado con Bruselas», dijo hoy Johnson.

Esto implica que Londres dejará de regirse a partir de este momento por el marco comercial establecido por Bruselas, y en su lugar, presionará a la UE para que acepte un acuerdo comercial regulado solo por las normas de la OMC. De esta forma, Reino Unido busca evitar la enorme carga arancelaria que Europa le impondrá al ya no ser un Estado miembro, dado que perdió las prerrogativas que tenía cuando era parte del bloque y de su dinámica comercial interna.

La elección final, ha insistido el primer ministro, será entre una relación similar a la que disfruta Canadá con la UE o la que tiene Australia. El continente austral negocia en estos momentos un nuevo tratado comercial con los 27, pero su ambición y alcance es inferior al canadiense, y en la práctica ambos bloques siguen comerciando entre ellos bajo las reglas generales de la Organización Mundial del Comercio (OMC).

Este es el contexto que Londres busca insertar en su nueva era como Estado totalmente independiente y ajeno a la UE, con la cual solo compartirá cercanía geográfica, relaciones diplomáticas por las colonias británicas que están esparcidas por Europa y el eventual acuerdo comercial que tomará al menos 11 meses en concretarse durante el llamado período de transición en la negociación entre Reino Unido y la Unión Europea para determinar las medidas con las cuales ambos tratarán de resolver el estatus de los inmigrantes europeos que viven, trabajan y estudian en Reino Unido. Ese período de transición culmina el 31 de diciembre de 2020.

 

Ricardo Serrano