jueves 2 de mayo de 2024

¡BRECHA SOCIAL! Oliveros: «Casi la mitad de los venezolanos manejan dólares, pero no por eso están del todo bien»

La expansión de la brecha y desigualdad social en Venezuela crece a un ritmo vertiginoso, pues mientras la hiperinflación (5.515% solo en 2019) aumentan hacia niveles intolerables e insoportables para el país, se hace cada vez más reducido el segmento de la población venezolano que concentra los flujos de dólares, mientras la mayor porción posee bolívares devaluados para tratar de subsistir en medio de una crisis económica sin precedentes en la historia del país.

La configuración actual de una realidad que parecerá no cambiar, sino más bien profundizarse, en 2020 queda explicada con el argumento del economista Asdrúbal Oliveros, director de la firma Ecoanalítica, quien asegura que la creciente dolarización en todos los niveles de la economía nacional no implica que el país haya entrado en un proceso de recuperación y que la población civil tenga ahora mejores condiciones de vida.

“Cerca de la mitad de la población venezolana maneja dólares y esto no implica que están del todo bien. Lo que hemos visto es que la dolarización del país ha ido permeando a todas las clases sociales”, explicó.

La tendencia actual de dolarización en el 56% de las transacciones del país, con mayor impacto en el 86% de las transacciones en Maracaibo (la ciudad donde circulan más dólares en Venezuela) ha creado una cúpula social que, a manera de una burbuja, modificó y blindó en cierta forma la estabilidad socioeconómica de varios sectores de las antiguas clase media y clase media alta del país en lo que se refiere a sus niveles de consumo, ingresos, gastos básicos, alimentación, ropa, calzado y, en menor medida, actividades de ocio y entretenimiento.

Ese contexto y configuración de las relaciones y modos de vida en la sociedad venezolana también hizo mutar a los sectores comercial, empresarial e industrial del país, que evolucionaron en sus sistemas financieros internos propios para producir, trabajar, calcular y ofrecer sus productos/servicios en dólares, lo cual es un factor que también ha incrementado el ya elevado índice de desigualdad social en Venezuela, flagelo originado por la hiperinflación y la devaluación del bolívar, pero que se exacerbó y se instaló de plano en la realidad del país por el acelerado fenómeno de la dolarización de facto al muy peculiar ¿estilo venezolano’.

Según Ecoanalítica, solo el 10% de la población venezolano genera rentas e ingresos elevados en dólares con un piso de $300 mensuales en ganancias captadas, pero el 80% del país aún maneja bolívares pulverizados por la inflación.

 

Ricardo Serrano