Hijos de portugueses nacidos en Venezuela organizaron ayer en la plaza Francia, de Altamira, un encuentro en conmemoración del centenario de la primera aparición de la Virgen de Fátima, y para orar por las personas que han perdido la vida desde que comenzaron las protestas contra el gobierno de Nicolás Maduro. Los feligreses también pidieron que haya paz en Venezuela.
En el lugar se elaboró un modesto altar con dos figuras de la Virgen María, a las que adornaron con flores. A partir de las 10:00 de la mañana se congregaron mujeres, hombres y personas de la tercera edad en el sitio, algunos venezolanos y otros inmigrantes del país europeo. Los asistentes llevaron sus rosarios, banderas de Portugal y el tricolor nacional.
El rezo del rosario estuvo acompañado con cantos religiosos al ritmo de una guitarra. “¡Que viva la Virgen de Fátima!”, gritaron al finalizar la actividad.
Jhon Da Silva, miembro de la comunidad luso-venezolana, recordó que ayer el papa Francisco celebró una misa para canonizar a los dos niños pastores, Jacinta y Francisco, que murieron con 9 y 10 años de edad poco después de presenciar varias apariciones de la Virgen en Portugal en el año 1917.
Jacinta y Francisco se convierten en los santos más jóvenes de la Iglesia Católica que subieron a los altares por un milagro.
NV1/EL NACIONAL
