El sistema bancario en Venezuela fue absorbido por la crisis económica, pero también por sus distorsiones propias, no solo la hiperinflación, sino también el auge de una dolarización desordenada, acelerada y desigual de toda la economía venezolana en sus flujos reales y financieros, es decir, en su actividad económica cotidiana de la sociedad civil, así como en las relaciones entre bancos, empresas y entidades financieras.
Al país petrolero han llegado en el último año unos 1.800 millones de dólares en efectivo, según tres fuentes del sector financiero, pero la banca local acepta guardar el efectivo en divisas de unos pocos empresarios y cobra un alto precio por el servicio, reseñó este martes la agencia Reuters en un reporte exclusivo.
El origen de esa masa monetaria en dólares está determinado por la vía de las remesas familiares, las actividades para-estatales e ilícitas en la frontera (contrabando de oro, gasolina y bolívares en efectivo), así como también por las inversiones que muchos empresarios realizan internamente repatriando sus capitales depositados en cuentas en el extranjero, en especial en EEUU. Otro factor es el flujo de dólares que ha ingresado por la vía de las importaciones de productos terminados, lo que dio lugar a la proliferación de los famosos bodegones.
En Venezuela circula ahora más efectivo en moneda extranjera que en bolívares, la moneda local, por lo que los bancos comenzaron a brindar el servicio de custodia para las divisas, siendo estrictos al seleccionar a los clientes que le aceptan el dinero y cautelosos con el origen de los billetes.
Según la firma Ecoanalítica, en el país circula una masa monetaria en bolívares que equivale a solo 800 millones de dólares, mientras que el caudal de dólares que se mueve dentro de Venezuela en forma de liquidez real como efectivo acumula una masa total de 3.500 millones de dólares estimados para finales de este año.
Según Reuters, cuatro altos ejecutivos confirmaron que solo manejan el efectivo en divisas de compañías de larga trayectoria, pero prefieren no mencionar los nombres de los bancos privados que brindan esa custodia por razones de seguridad en una de las naciones con más homicidios en la región. “Es un servicio para clientes tradicionales”, dijo una de las fuentes del sector bancario consultada.
Este nuevo fenómeno podría inducir un proceso de dolarización directa de la actividad financiera y bancaria en la medida que las entidades privadas comienzan a expandir su base monetaria, sus dividendos y su cartera de préstamos interbancarios en dólares físicos, lo cual sería el preludio de un sistema financiero con liquidez real en moneda estadounidense como para iniciar un eventual proceso de inyección de masa monetaria si el gobierno de Nicolás Maduro llega a decretar una dolarización formal, integral y oficial de la economía venezolana.
La banca es una muestra de cómo se intensifica la llegada de billetes extranjeros a la economía local desde que Maduro flexibilizó en 2018 los controles y permitió pagos en divisas prohibidos por 16 años, buscando incentivar el comercio local en la severa recesión, el tercer año de hiperinflación y las sanciones financieras de Estados Unidos, precisa el reporte de la agencia.
Ante la contracción de la economía a una cuarta parte de su tamaño, pues perdió el 60% de su producto interno bruto, una inflación que saturó y asfixió la economía y a la población de una moneda artificialmente circulante, aunado a las restricciones en las importaciones de bienes no básicos o esenciales por las sanciones de EEUU, crearon un mercado paralelo al Estado que comenzó a moverse en dólares por vías lícitas e ilícitas a la sombra del Gobierno, mientras que este decidió hacer sus transacciones en euros en efectivo a través de las exportaciones de oro y petróleo a Rusia y Turquía para financiar la estructura de poder de Nicolás Maduro.
Los bancos locales cobran entre 1% y 2% mensual de comisión sobre el monto promedio en divisas en efectivo que resguardan en esos 30 días en las bóvedas, dijeron las fuentes. A cambio, los clientes tienen disponibilidad inmediata de ese dinero y chequeos de seguridad de los billetes.
Ese servicio les permite a los bancos formar una liquidez propia en dólares lo suficientemente estable como para mantener un nivel de reservas para su autofinanciamiento y para elaborar estrategias de créditos en divisas a clientes jurídicos de alta solvencia y poder adquisitivo.
“Los bancos no cobraban antes por recibir grandes cantidades de bolívares en efectivo, porque prestaban ese dinero y de allí venían sus ingresos financieros”, dijo el economista Leonardo Buniak. “La comisión por custodiar divisas en billetes es alta porque ese dinero no lo pueden prestar”, explicó.
La economía de Venezuela se pinta cada vez más de verde. Los hechos indican que la extinción, desuso y desintegración del bolívar como moneda es inminente, pues todos los valores, estructuras de costos, relaciones económicas, inversiones y servicios profesionales en el país tradujeron absolutamente sus números de bolívares a dólares.
Ricardo Serrano
