miércoles 3 de julio de 2024

¡BÁJALE DOS! ¿Cómo puede afectar a sus oídos escuchar música con alto volumen?

Son varios los padecimientos que se pueden desprender. Hipoacusia, de los más comunes.

Las orejas son uno de los puntos de mayor cuidado en el cuerpo dado que albergan el sistema auditivo que contiene células pilosas diminutas (terminaciones nerviosas), que transforman el sonido en señales eléctricas para luego los nervios llevar estas señales al cerebro, el cual las reconoce como sonido.

Se debe tener un especial cuidado con esta área dado que los sonidos fuertes dañan fácilmente estas diminutas células pilosas. Sin embargo, ello se ha convertido casi que en un reto hoy en día. ¿La razón? el uso de dispositivos de audio que son utilizados de manera inadecuada por los usuarios en términos de volumen e higiene.

La Organización Mundial de la Salud (OMS), por medio de la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT), uno de sus brazos, ha alertado en diferentes ocasiones sobre los peligros de escuchar música a niveles desproporcionados y no aptos para las células que se encuentran en el oído, además de la falta de cuidados básicos para mantener la higiene de los aparatos que se introducen en dicha cavidad.

Lo anterior porque el oído humano es como cualquier otra parte del cuerpo y un uso excesivo lo puede dañar y, con el tiempo, la exposición repetitiva a ruidos y música a alto volumen puede causar hipoacusia.

«Este padecimiento puede desarrollarse en adultos y niños que escuchan música a volumen alto a través de auriculares conectados a dispositivos como iPods o reproductores de MP3 o en conciertos musicales», explica el portal especializado MedlinePlus.

La hipoacusia o sordera parcial es la disminución de la sensibilidad auditiva y puede presentarse en el paciente en distintos grados de pérdida auditiva.

De acuerdo con el portal español Audifon, la «hipoacusia puede a su vez ser unilateral y afectar a un solo oído, o por el contrario ser bilateral y afectar a los dos. Además, existen varios tipos de hipoacusia según la localización de la lesión».

Recomendaciones de la OMS

De acuerdo con unas recomendaciones recientes emitidas por la OMS, lo primero que se debe hacer es mantener el volumen bajo de sus dispositivos. Para ello, debe ubicarse en un ambiente que no tenga demasiado ruido para así poder establecer un volumen adecuado para los aparatos electrónicos de su uso.

Utilizar tapones para los oídos es otra de las opciones a seguir cuando la persona vaya a asistir a un club nocturno, discoteca, bar, pub, evento deportivo u otro lugar ruidoso, pues estos protegen el oído de cambios bruscos en los niveles del sonido. «Si se colocan bien, pueden ayudar a reducir el nivel de exposición al ruido de forma considerable», dice la OMS.

Además, es importante optar por adquirir cascos o auriculares que se ajusten bien y, de ser posible, que aíslen del ruido del entorno. «Si se ajustan bien, los cascos y los auriculares permiten escuchar música con claridad a volúmenes bajos, y cuando aíslan el ruido del entorno permiten escuchar el sonido a un volumen más bajo del que sería necesario en caso de no ser aislantes».

Otra recomendación es limitar el tiempo que se dedica a actividades ruidosas. «La duración de la exposición al ruido es uno de los principales factores que contribuyen al nivel total de energía acústica. Esto implica hacer pausas auditivas, como salir por unos minutos para que el oído descanse».

Así mismo, es recomendable limitar el tiempo diario de utilización de los aparatos de audio personales. «Aunque es importante mantener el volumen bajo, la limitación del uso de aparatos de audio personales a menos de una hora al día contribuirá enormemente a reducir la exposición al sonido».

Por último y no menos importante, es de vital importancia siempre acudir al especialista para que sea él quien determine cualquier alteración o irregularidad en los oídos de cada persona y, de ser necesario, sea él quien determine el tratamiento a seguir. «Por ningún motivo se automedique, puede desencadenar una lesión más grave o incluso irreversible», finaliza la OMS.

 

El Tiempo / NAM / Samdy Godoy