Su combinación de sabores dulces y ácidos hace que la piña sea una fruta exótica y atractiva, además de que es un alimento versátil a nivel culinario. Es originaria de Sudamérica, concretamente de Brasil, pertenece a la familia de las «bromeliáceas» y es el fruto de la plata conocida como ananás.
Se conocen tras variedades botánicas de la piña tropical: Sativus (sin semillas), Comosus (que forma semillas capaces de germinar) y Lucidos (cuyas hojas no poseen espinas). Aunque es posible disponer de esta fruta durante todo el año, es en invierno cuando aumenta su consumo en España, especialmente en noviembre y diciembre. De hecho, es habitual que forme parte de las comidas y cenas navideñas, pues permite dar un toque original y de contraste a los platos, además de que suelen valorarse especialmente en estas fechas sus propiedades digestivas y diuréticas.
Su contenido en azúcar y en principios activos se duplica en las últimas semanas de maduración por lo que, según recoge la Fundación Española de Nutrición, los frutos recolectados prematuramente resultan ácidos y probres en nutrientes. Su sabor ácido se debe a su contenido en ácidos orgánicos, cítrico y málico.
¿Ayuda de verdad a adelgazar?
La piña es una fruta que aporta solo 50 calorías por cada 100 gramos, contiene fibra y más del 86% de su composición es agua. La Dra. Mª Ángeles López Marín, directora del Centro Médico Rusiñol, destaca su perfecto equilibrio entre calorías, fibra insy agua y señala además que, al ser una fruta rica en fibra insoluble, ejerce un efecto regulador de la absorción de los azúcares y eso ayuda a controlar los picos de glucosa en el torrente sanguíneo.
Si la piña forma parte de una alimentación saludable y se hace ejercicio con regularidad, puede ayudar a bajar de peso pero en lo que insisten los expertos en la necesidad de desvincular esta fruta con las «dietas milagro», pues las monodietas como la dieta de la piña, la dieta de la alcachofa o la dieta de la manzana no son saludables, sino que hacen que perdamos líquidos en lugar de grasas.
Es fuente de vitamina C
La piña es fuente de vitamina C, que contribuye a la protección de las células frente al daño oxidativo y favorece la absorción del hierro, según la Federación Española de Nutrición. También contiene vitamina A, B y ácido fólico, aunque en menor cantidad.
La piña aporta bromelina
Otro de los nutrientes que contiene la piña, según recoge un estudio publicado en «Journal of Ethnopharmacology», es la bromelina o bromelaína, un enzima o fermento de acción proteolítica, capaz de romper las moléculas de proteína dejando libres los aminoácidos que las forman. Esto hace que su consumo influya de forma positiva en la digestión.
La bromelina posee propiedades antiinflamatorias, previene la coagulación de la sangre y evita que las plaquetas sanguíneas se adhieran a las paredes de los vasos sanguíneos. Además, su acción estimulante de la microcirculación hace que se valore su capacidad anticelulítica, según afirma la Dra. López Marín.
Minerales que frenan el envejecimiento
El yodo que aporta la piña ayuda a normalizar el metabolismo y la producción de hormonas tiroideas. También contiene manganeso, que contribuye a fortalecer el sistema inmunológico y los huesos.
Otros minerales de la piña son el potasio, el hierro, el magnesio y el zinc que, junto con el yodo, aportan una acción antioxidante que contribuye a retrasar los signos del envejecimiento.
Beneficios
Es un diurético natural, que ayuda a eliminar líquidos y toxinas.
Es anticelulítico porque estimula la microcirculación sanguínea.
Mejora las funciones digestivas y contribuye al buen funcionamiento del hígado.
Inhibe la producción de microorganismos intestinales.
Favorece la hidratación y la cicatrización de la piel.
Facilita la absorción del hierro gracias a su contenido en Vitamina C
Es saciante.
Ayuda a equilibrar los niveles de glucosa en sangre
NAM/800 Noticias
