¡AUXILIO, ‘SUPERBIGOTE’, DEVUÉLVENOS LA LUZ! Aquí están las respuestas que el país reclama ante el caos eléctrico

16 marzo, 2022 / Redacción / Nacionales / Relevante /

Como si no pasara nada, el presidente Nicolás Maduro se encadena casi todos los días y habla de todo menos de la electricidad pese a que es inocultable que los apagones han arreciado en las últimas semanas al punto de que han regresado los cortes de electricidad en la madrugada y por más de cuatro horas en muchos casos.

Nuevamente, los estados occidentales y andinos son los más afectados al punto de que ya en Táchira, por ejemplo, los vecinos han comenzado a protestar trancando vías y exigiendo respuestas: “Ni siquiera sabemos por qué nos están volviendo a cortar la luz así”, es la expresión unísona.

El día 6 de enero de 2022, se registró el primer gran apagón general del año en Venezuela. Los estados afectados, los de siempre: Táchira, Portuguesa, Carabobo, Mérida, Zulia, Barinas y algunas zonas de la capital del país. El “sabotaje” fue la causa del apagón, según el ministro de Energía Eléctrica, Néstor Reverol.

“La extrema derecha y sus planes desestabilizadores de sabotaje a través de la guerra eléctrica, pretenden entorpecer el proceso electoral en el estado Barinas”, escribió en Twitter Reverol, advirtiendo que la “Fuerza de Choque” de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) ya había adelantado investigaciones sobre los hechos. Sin embargo, al día de hoy no hay un solo nombre de algún responsable detenido por el “sabotaje”.

No se lo cree nadie

Aunque el gobierno señala a los opositores, es compleja la acusación, pues, desde el año 2013 la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) custodia las instalaciones eléctricas en el país.

El 2021, cerró con 194.280 fallas eléctricas en el país y 12 apagones generales, siendo el último el 17 de diciembre y todo porque “el sistema está colapsado”, así lo recuerda Aixa López, presidenta del Comité de Afectados por los Apagones.

Otra vez el mismo cuento

Los ingenieros Winston Cabas, quien fuera presidente de la Asociación Venezolana de Ingeniería Eléctrica y Mecánica, –quien tuvo que abandonar el país tras ‘ser perseguido’ por alertar sobre el caos eléctrico- así como en su momento ocurrió con Ciro Portillo, ex directivo de Enelven en el Zulia, lo vinieron alertando desde el principio y son los expertos, los que conocen lo que está sucediendo, porque además, trabajadores de la Central Hidroeléctrica Simón Bolívar (Guri) les envían reportes de modo confidencial.

¿Las respuestas de lo que está pasando? ¡Aquí están!

Desde que ocurrió el gran apagón de 2019, no se ha vuelto a hablar de sustitución de las grandes turbinas que operan en la Central Hidroeléctrica Simón Bolívar (Guri), donde, los expertos, como el ingeniero y consultor en Energía Eléctrica, José Aguilar apuntan a que está la raíz del problema.

Crónica Uno, realizó, en diciembre de 2021 una entrevista profunda al ingeniero especialista internacional en Generación de Energía Eléctrica y Riesgos, José Aguilar, un especialista que, desde el 2008, viene, no solo alertando sobre el problema, sino ofreciendo soluciones, ninguna de las cuales han sido consideradas, porque, obviamente, suponen un cambio profundo y estructural en la forma de hacer política y en la forma de gerenciar una institución como la de la Energía Eléctrica. Incluso, en esta entrevista, Aguilar vaticina justamente lo que está pasando hoy en día y no es porque esté fraguando un plan de sabotaje, sino porque ha trabajado y conoce el sistema como la palma de su mano.

“Desde el apagón de 2019 todavía no se han logrado las primeras mejoras significativas y es indicativo de una deficiente capacidad de ejecución”.

Aguilar despeja la primera excusa, el problema del agua: “En lo que va de este siglo XXI, la era de la revolución ha tenido 8 % más de agua para el Guri que en todo el siglo XX”.

Negligencia e irresponsabilidad

Aguilar, en su momento, alertó que el tema de las fallas eléctricas es estructural y no solo hay que medirlo en la capacidad de generación, sino que en el proceso confluyen tres elementos que son: Generación, Transmisión y Distribución, cada uno de los cuales cuenta con equipos que, al producirse apagones, averías y desperfectos de magnitud, van sufriendo daños, en muchos casos irreparables que requieren la sustitución, sustitución que no se ejecuta o se ejecuta muy poco.

“Los graves y recurrentes apagones del 2019, ocasionaron una pérdida de importantes equipos en la red de transmisión y distribución, así como averías en la generación, debido a negligentes e irresponsables prácticas operativas”.

Lo vaticinó el 12 de diciembre de 2021

Descartando la tesis del “sabotaje” Aguilar expone que el problema eléctrico en Venezuela es sistemático bastante añejo y las soluciones han ido llegando ‘en gotero’ y de ese modo es imposible lograr mejorar el Sistema Eléctrico Nacional (SEN) vulnerado y debilitado por la desinversión, obsolescencia, corrupción, inoperancia, desconocimiento y “falta de voluntad” política para resolver.

“Esto es indicativo de una deficiente capacidad de ejecución. Más de medio país está al filo de quedar sin servicio eléctrico y es inaceptable”.

¡Termoelectricidad por amor a Dios!

Aguilar, manifestó que “el país siempre ha dependido del Guri, Caruachi y Macagua. Es la piedra angular para que el sistema funcione, pero, para que pueda funcionar adecuadamente, como una pareja que baila, necesita la termoelectricidad y esta es fallida”.

“El sistema debería funcionar –añade el experto- con una proporción de 60 % hidro y 40 % termo, debido a las limitaciones en el sistema troncal del transporte desde Guayana hacia el oriente, centro, capital, occidente y frontera con Colombia. El Guri nunca fue diseñado para echarse el país a cuestas. Hemos llegado a meterle mucho, pero eso no es viable ni sostenible para el SEN”.

Sobre la tesis del “sabotaje”

Aguilar, fue muy directo en señalar: “Es una rayada y burda excusa, una especie de ‘barajita’ que se utiliza desde el 7 de marzo de 2019 con alta frecuencia amparándose en el ‘apagón informativo’ y combinándolo con la superioridad mediática del gobierno de una manera abusiva. Y eso, combinado con una cada vez más preocupante ‘resignación’ de la población hacen que peligrosamente los sufridos sin luz de Venezuela se acostumbren a vivir sin soluciones y sin la calidad de vida en este siglo XXI”.

¿Por qué la falta de termoelectricidad?

El ingeniero fue claro: “Existe un cóctel nocivo en el cual resaltan pobres prácticas operativas y de mantenimiento, debido a reparaciones insuficientes o inadecuadas. Por otro lado, y a consecuencia de lo primero, más de 90 % de desgaste acumulado de las unidades de generación eléctrica; también a más de 4,8 millones de horas de excedencia sobre mantenimientos mayores requeridos”.

“Adicionalmente –completa Aguilar- problemas en la red de Transmisión-Distribución aceleran desgastes de las unidades térmicas y deficiencias en la calidad y cantidad de combustibles fósiles”.

Un caso concreto

“Existen máquinas –profundiza el especialista- que siguen estableciendo récord mundial por excedencia de horas desde su último mantenimiento mayor, como el caso en la Planta Pedro Camejo de Valencia. Esto conlleva a que las unidades térmicas en su conjunto operan muy lejos del mejor punto de operación, lo cual hace el funcionamiento muy ineficiente y malgasta el poco combustible del que se dispone”.

¿Por qué no se solucionan los apagones?

La respuesta es contundente: “La corrupción ha sido voraz y lo sigue siendo. Los dineros no son infinitos y no hay buen uso de ellos. La conducta maula del operador eleva los costos y entonces se termina reparando poco o mal lo que requiere urgente atención”.

“Lamentablemente –complementa- los desgastes en las plantas hidroeléctricas por abusos y operaciones riesgosas también tienen este parque lejos de poder suministrar la capacidad de generación plena. Esto se traduce en un uso ineficiente del recurso hídrico. De no corregirse este desafío, esto afectaría el suministro eléctrico nacional de estas unidades de ocurrir un ciclo hidrológico desfavorable como niveles extremos de sequía que ya han ocurrido”.

Problemas termoeléctricos en concreto

“Una de las tragedias vergonzosas –expone- en la historia de la generación termoeléctrica radica en cinco áreas. La primera es que ningún ciclo combinado opera en Venezuela. El gobierno ofreció a través de la ‘revolución energética’ 19 ciclos combinados, en configuración 2 x 1 para un total de 9.1 GW o 9.120 MW. De estos solo seis tomaron forma, pero solo uno tuvo una operación exitosa: Termozulia 1. Los otros dos, Planta Don Luis Zambrano e India Urquía 1, llegaron solo a operar de manera efímera. Tres están en estado incompleto, dos de estos en una zona crítica, el estado Zulia, Termozulia 2 y 3; y otro quedó arrumado: Bachaquero. Estos ciclos combinados hubiesen permitido un significativo ahorro de combustible de más de 45.000 barriles por día de diésel o 244 millones de pies cúbicos de gas por día. Esto, en momentos en que Pdvsa presenta dificultades para suministrar los combustibles requeridos por la estatal eléctrica”.

Corrupción = Desinversión

Aguilar sostiene que “de los más de 1.500 MW en dinero malgastado en este tipo de generación, 98,3 % está indisponible, y entre el abandono y vandalismo la mayoría de las más de 90 ubicaciones del país de este tipo de unidades en verdaderas chiveras eléctricas. También la corrupción. El mayor nivel de corrupción está en Planta Bachaquero que representa 520 MW de un ciclo combinado incompleto. Se gastaron 2.944 millones de dólares a un exorbitante precio de 5.662 dólares por KW. La guinda de la torta es la impunidad. No es que no tenemos dinero, es que tenemos demasiados pillos”.

El experto acuña: “En la parte termoeléctrica, más de 5.800 MW quedaron incompletos. En la parte hidroeléctrica más de 3.600 MW también quedaron inconclusos o paralizados. Pese a haber dispuesto de más de 100 millardos de dólares para la electricidad del país el gobierno ha dejado en el camino más de 4 millardos en deudas. Si hubiese un premio al Maula de Oro, el gobierno cargaría con él”.

¿Y qué ocurrió con el parque de generación Turbo vapor en Planta Centro, Tacoa y Ramón Laguna?

José Aguilar asegura que “luego de una operación exitosa durante los primeros 18 meses de la Unidad 6 de Planta Centro (600 MW), las malas políticas de la administración actual dañaron esta nueva unidad. Pero muy deplorable es el poco esfuerzo por recuperar este parque de generación que colectivamente tiene 4.922 MW de capacidad instalada. En la actualidad, este apenas produce menos de 200 MW (96,4 % indisponible) para el país. Son estas unidades las que por su fortaleza permiten un mejor uso de la hidroelectricidad del Bajo Caroní”.

Un resumen del grave problema

Los problemas son múltiples, refiere Aguilar, y se encuentran a lo largo y ancho de todo el sistema interconectado; “desde el oriente hasta el occidente del país, de costa a costa y del norte al sur. Es un desafío estructural. Los abusos en los sistemas de generación en especial la térmica se enmascararon por mucho tiempo con un abuso de los sistemas de Transmisión-Distribución hasta que, por falta de mantenimiento, hurto, vandalismo, la metástasis se enquistó en estos”.

Panorama muy oscuro para el Zulia

En líneas generales, recuerda el especialista, “a mayor distancia del Guri, mayores son los problemas de generación, transmisión y distribución, y más acentuados son los problemas en la cadena de suministro de combustibles. ‘La cola de sistema’ que antes se les asignaba a los estados Apure, Barinas, Mérida, Táchira, Trujillo ahora se ha expandido a los estados Lara, Portuguesa, Falcón, Carabobo, Aragua, Yaracuy, Cojedes y Zulia. Más de medio país al filo de fluctuaciones y apagones, y esto es simplemente inaceptable”.

¿Qué pasará en 2022 de mantenerse todo como está?

“El sistema está de a toque –alerta el ingeniero eléctrico José Aguilar- y muy expuesto a que, si ocurriesen condiciones climáticas adversas, como altas temperaturas y humedad; si se llegase a combinar con ciclo hidrológico desfavorable, con la condición imperante de la red Transmisión-Distribución; y la mala condición del parque de generación hidrotérmico (ambos), sería como juntar al hambre con las ganas de comer. Tal vez se pueda sobrevivir un año, pero en estas condiciones sería muy iluso pensar que se puede respaldar una recuperación de la maltrecha economía nacional y que los servicios que dependen de la electricidad vayan a mejorar”.

A parte de esto

El ingeniero, ex supervisor de la antigua Energía Eléctrica de Venezuela (ENELVEN) Félix González, no solo convalida todo lo que ha expuesto Aguilar desde que comenzó a hablar de la crisis eléctrica, sino que añade otro elemento que muchos ignoran:

“Luego de desentramar las enormes deficiencias en la generación-transmisión-distribución de la energía eléctrica, debes enfocarte en la circuitería eléctrica de cada región, de cada pueblo y darte cuenta la ‘mazamorra’ en que se ha convertido eso”.

Agrega que “la población ha ido creciendo vertiginosamente, pero no con ella los circuitos eléctricos. Son los mismos circuitos eléctricos de siempre a los cuales les has añadido más y más zonas residenciales, eso, sin meter en el saco las invasiones u ocupaciones ilegales que se pegan de los postas de las zonas consolidadas, todo eso se convierte en un problema a la hora de suministrar un buen servicio”.

González advierte que “con tantos transformadores obsoletos, así como guayas, iguanas, empalmes y los equipos situados en las subestaciones eléctricas, tanto como la maleza incrustada dentro de los cableados, es lógico que el servicio eléctrico se debilite aún más de lo que ya está, es decir, que con todo lo que expresó el colega Aguilar, más este otro argumento, se traduce en que lo que recibe usted que lee, en su hogar y su familia es apenas una mínima expresión de la energía, un servicio super inestable, super débil, totalmente vulnerable y eso termina por agravar esta catástrofe”.