La economía venezolana ha mutado progresivamente hasta convertirse en un sistema cerrado de circulación de dólares y generación de capitales en moneda estadounidense por vías lícitas paralelas a la circulación oficial de bolívares y por vías ilícitas con fuentes de dólares que entran a través de las fronteras en la para-economía oscura del contrabando transfronterizo.
En medio de esa dinámica existe una masa de bolívares que circula cada vez menos sin liquidez real, ni reservas, ni transaccionalidad. Es por ello que el economista Leonardo Buniak, durante una entrevista para Unión Radio, conversó acerca de las perspectivas económicas para el 2020 y afirmó que el bolívar es una moneda que no se puede recuperar ni volver a estabilizar.
En este sentido, indicó que el mayor enemigo del bolívar no es el dólar, es el petro. “En la medida en que los venezolanos ahorren en petro ganarán mas bolívares, si el petro sube de valor el bolívar se pulveriza, el bolívar es irrecuperable”, dijo.
Esto implica que el bolívar es un signo monetario artificial que perdió por completo su autonomía, puesto que durante todo el período de crisis en el que Venezuela está sumida desde 2013, la moneda nacional ha sido anclada a dos valores: el dólar, que es un valor real, y recientemente el petro, que es un valor irreal y ficticio creado por el gobierno de Nicolás Maduro.
Ante la expansión del dólar, el bolívar ese encuentra en un proceso de desuso y desmonetización por la misma fuerza de la hiperinflación y de la dolarización de facto, lo cual haría prácticamente imposible que el Gobierno recupere el valor del bolívar anclándolo en paridad 1:1 con el dólar si revierte la inflación mediante financiamiento multilateral, inversión, producción y un programa de recuperación fiscal, esto si se llega a dar la voluntad política de solucionar la crisis económica del país.
El analista financiero señaló que Venezuela está viviendo una economía trimonetaria (donde circulan tres monedas). “El bolívar ya no se utiliza, el petro se utiliza para pagar y el dólar toma terreno cada vez más”, explicó.
Solo el 30% de las transacciones del país a diario se realizan en bolívares, mientras que el 70% ya asciende al valor de todos los pagos y compras realizados en dólares. En el caso del petro, este representa un algoritmo emitido por el Gobierno bajo la forma de un signo monetario digital, pero que en realidad no tiene mercado ni demanda real, solo cierto nivel de oferta que no posee liquidez real en la economía, lo cual la hace ser una moneda ficticia que, además, está sancionada en su uso en el sistema financiero por Estados Unidos desde que Maduro anunció su creación en 2017.
Asimismo, Buniak apuntó que el dólar también pierde terreno ante la hiperinflación que vive el país.
Esto se debe a que actualmente existe un rezago o atraso cambiario en el cual la tasa de inflación aumenta cinco o diez veces más rápido que la tasa de devaluación. Es decir, los precios de la economía nacional en general suben de forma mucho más acelerada que el precio del bolívar frente al dólar.
“Tener dólares no es símbolo de prosperidad ni bienestar, hace falta un plan de estabilización”, aseveró Buniak.
Solo el 25% de la población venezolana tiene acceso a dólares. De ese grupo, un 15% se maneja de forma híbrida con ingresos en bolívares y dólares, pero solo el 10% mantiene altos niveles de consumo y bienestar con ganancias netas de más de 300 dólares en adelante por mes.
Ricardo Serrano
