viernes 19 de abril de 2024

¡ATRACO SANGRIENTO! Asesinan en Ciudad Ojeda empresario español al que intentaron robar

El empresario burgalés Sergio Santamaría falleció el pasado domingo a causa de los disparos de cuatro encapuchados que intentaron robarle el coche y que también hirieron a su chófer en el municipio Simón Bolívar de Venezuela.

El suceso se produjo el pasado viernes en una carretera de esa localidad venezolana por la que circulaban el empresario, de 79 años y natural de Celadilla-Sotobrín (Burgos), y su chófer cuando fueron asaltados por cuatro encapuchados para robarles el vehículo y sus pertenencias, según adelanta hoy el Diario de Burgos y ha confirmado a Efe el alcalde de esta pequeña localidad, José Luis Riocerezo.

Cuando el conductor intentó zaparse de los asaltantes, éstos les dispararon y tanto Sergio como su chófer resultaron heridos, aunque lograron, según el relato de su hermano Hipólito Santamaría en el Diario de Burgos, llegar al hospital más cercano para ser atendidos. El empresario burgalés fue operado, pero el domingo falleció al no poder superar las heridas.

Sergio Santamaría estaba casado con una ciudadana chilena, tenía tres hijos, y llevaba varios años viviendo en Venezuela.

El alcalde de Celadilla-Sotobrín ha indicado a Efe que aunque llevaba más de diez años fuera, primero en Chile y luego en Venezuela, seguía muy en contacto con el pueblo, que solía visitar con cierta frecuencia.

De acuerdo con el Diario de Burgos, un hermano de Sergio Santamaría,natural de Celadilla Sotobrín, recuerda que lo único que quería que le enviaran era medicamentos. «En verano vino al pueblo y le animé a que se viniera aquí para dejar de mirar atrás».

Todavía con los recuerdos de la última visita de su hermano frescos, después de catorce años de ausencia, y con una fotografía de él en el móvil, la que le mandó unos días antes de su asesinato, Poli no duda en manifestar que, «aunque está feo decirlo mi hermano era una persona buena, buena, muy buena y por eso ahora en Ciudad Ojeda le están haciendo homenajes, era muy querido», indica, a la vez que recuerda la gran asistencia que hubo a la misa en su recuerdo que se celebró en la ermita de Celadilla, «a la que tanto quería porque la Virgen de Sotobrín era su vida».

Poli, con lágrimas en los ojos, manifiesta que su hermano «era muy feliz en Celadilla, en Burgos y en España, pero allí tenía a esposa e hijos y era muy complicado volver, más en la situación en la que se encuentra Venezuela», una situación que no es muy diferente a la que hace más de veinte años se encontró Poli y su esposa en el primero de sus dos viajes a Venezuela, y hace nueve para celebrar el setenta aniversario de su hermano ahora asesinado.

La Vanguardia