No solo es el caos con el servicio del transporte que obliga al pueblo a caminar largos trechos bajo el inclemente sol y rodeado de basura. Sino que, ni siquiera hay caminerías para que la gente pueda desplazarse con seguridad o al menos una ordenanza que les impida «hacer camino al andar» por una zona prohibida por reglamentación vial.
Sin omitir poco distanciamiento físico y mal uso del tapabocas, en una infraestructura de semejante magnitud es imperdonable que el pueblo tenga que caminar «por la calle del medio o por el medio de la calle»…
¿Dónde quedó la zona peatonal? Sin aceras y con la poca margen forrada en basura, no queda sino «por la calle del medio».
NAM