El presidente argentino, Alberto Fernández, prorrogó por tres semanas un toque de queda nocturno así como la suspensión de clases presenciales en Buenos Aires y su periferia debido al aumento de contagios de Covid-19, aunque el alcalde de la capital decidió mantener la apertura de las escuelas.
“Necesitamos una reducción de casos más marcada y sostenida. Por los contagios que ya tuvimos y por los que hay actualmente, las próximas semanas pueden llegar a ser muy duras en la ocupación de camas de terapia” intensiva, dijo Fernández en una alocución, cuando Argentina registra cifras récord en contagios y fallecimientos.
En medio de una fuerte polémica con el alcalde de Buenos Aires, el opositor Horacio Rodríguez Larreta, que se ha resistido a suspender las clases presenciales en la capital, el mandatario anunció también el envío al Congreso de un proyecto de ley que amplíe sus facultades y las de los gobernadores para reforzar medidas en el marco de la emergencia sanitaria.
“Las medidas ante la pandemia son estrictamente para salvar vidas. Las normas que establecemos debemos cumplirlas todos por igual”, subrayó el presidente.
Argentina totaliza casi 3 millones de casos y más de 63.000 fallecimientos por coronavirus. Este viernes hubo 22.420 nuevas infecciones y 357 fallecimientos.
Hace dos semanas, Fernández ordenó el cierre de las escuelas en Buenos Aires y su periferia, la zona del país donde más rápido subían los contagios. Pero Rodríguez Larreta, contrario a la medida, acudió ante la Corte Suprema de Justicia con un recurso de amparo sobre el que aún debe decidir ese tribunal.
Este viernes, el alcalde insistió en que esperará la decisión de la Corte y señaló que por los momentos se mantendrá la presencialidad en los niveles de prescolar y primaria, y una modalidad mixta con virtualidad para la secundaria.
“La educación es una prioridad para nosotros. Es la base de nuestro desarrollo y del futuro de nuestros hijos. Todos sabemos el enorme daño que causó que los chicos no concurriesen a las aulas durante todo el año pasado. La escuela no es un lugar de mayor contagio que el resto de la ciudad”, dijo el alcalde en una rueda de prensa.
Dividida área metropolitana
Más de 5.300 pacientes con covid-19 están hospitalizados en cuidados intensivos, lo que representa una ocupación de 68,4% a nivel nacional y de 76,6% en el área metropolitana de Buenos Aires.
Con un plan de vacunación que ha sufrido varios tropiezos, hasta el 21 de mayo estará prohibido en Buenos Aires y sus alrededores la circulación entre las 20H00 y las 06H00. Los locales comerciales funcionarán solo hasta las 19H00 y el dictado de clases “se realizará exclusivamente a distancia”, según el decreto presidencial.
El área metropolitana de Buenos Aires es la zona más poblada del país, con 15 millones del total de 45 millones de habitantes. Aunque funciona de manera integrada, desde el punto legal está dividida entre la capital y diversas jurisdicciones de la provincia de Buenos Aires, bajo el mando del gobernador oficialista Axel Kiciloff.
En las últimas dos semanas, ha habido clases presenciales en la capital y no en los municipios que pertenecen a la provincia de Buenos Aires.
“En más de 20 provincias hay clases presenciales. Para nosotros la educación es un tema prioritario. Sólo se dictan clases a distancia allí donde la pandemia lo exige”, afirmó el presidente.
Hasta ahora, Argentina ha recibido 10 millones de dosis de vacunas de diferentes laboratorios y 7,86 millones de personas ya fueron inmunizadas al menos con una dosis. Todavía falta completar la atención a todos los grupos de riesgo, en particular mayores de 60 años y personas de otras edades con comorbilidades.
Finalmente, el mandatario anunció que reforzará partidas de asistencia económica con una inversión de 300.000 millones de pesos (unos 3 millones de dólares).
Argentina, en recesión desde 2018, sufrió una contracción del Producto Interno Bruto de 9,9% el año pasado, en medio de un largo confinamiento. La pobreza alcanza a 42% de la población y el desempleo es de 11%.
NAM – AFP