Camila Rivadavia tiene 18 años y hoy vive con plenitud en su ciudad de Mar del Plata, en Argentina. Allí trabaja, estudia, está en pareja y sonríe con un brillo en sus ojos que refleja una adolescencia feliz. Pero una parte de su infancia, la que atravesó entre los 9 y los 11 años, estaba «guardada en un baúl» que no quería abrir.
Hace 10 años, a Camila le diagnosticaron leucemia linfoblástica aguda, uno de los cuatro tipos de cáncer que afectan la sangre, provocando anemia, posibles sangrados e infecciones. La joven, en ese momento una niña de 9, se sometió a tratamientos muy invasivos para su pequeño cuerpo, entre ellos un año de quimioterapia.
El #10yearschallenge es un desafío viral que convoca a los usuarios de redes sociales a publicar una foto actual acompañada de otra de una década atrás, para exponer el cambio físico que supone el paso de 10 años en la persona que participa.
Impulsada por la masividad del #10yearchellenge, Camila pensó en participar, pero dudó. No estaba segura de querer mostrarse a sí misma en aquellos días de calvicie, palidez en su piel y barbijos atados al cuello.
Un amigo, alguien muy cercano que conocía su historia, fue quien le dio el ánimo que le faltaba. «Yo lo estaba pensando, no me decidía, no me animaba. Y mi amigo me dice: ‘Estaría bueno que pongas una foto del tratamiento y una de ahora. ¡Sería un éxito!’. Le dije: ‘Bueno, dale. Lo hago por vos'».
Finalmente, el miércoles pasado lo hizo: publicó las fotos y en una noche su cuenta de Twitter explotó. Recibió más de 17.000 retuits y 19.000 ‘Me gusta’. Nunca lo hubiera imaginado.
«Es muy loco. La verdad, no me esperaba que fuera tan masivo. Todavía no caigo», confiesa la joven, en diálogo con RT.
‘Cami’, quien vive con su papá, su mamá y su hermano mayor, recuerda esos tiempos con dolor, pero a su vez rescata el apoyo de sus seres queridos y de los profesionales que la atendieron a lo largo de su tratamiento.
«La familia siempre estuvo al lado mío, yendo para todos lados. Los médicos del Hospital Materno Infantil de Mar del Plata hicieron un trabajo increíble», cuenta.
Claro que, por la gravedad de la enfermedad, no fue nada fácil sobrellevarla: «Fue duro. Sufrí mucho físicamente, pero siempre tuve la esperanza de que iba a poder seguir», sostiene.
Sin esperarlo, el #10yearschallenge, eso que para muchos usuarios de redes puede ser un asunto tonto, una forma de reírse de sí mismo por los efectos físicos del paso del tiempo, para Camila fue la llave que le permitió «abrir el baúl» donde guardaba un mal recuerdo y exponerlo con la seguridad de saberse ganadora de una batalla contra la muerte, siendo apenas una niña.
NAM/RT
No me animaba, pero… #10yearschallenge 💪 pic.twitter.com/2EnR91Hec0
— c a m (@CamiRivadavia) January 17, 2019