martes 30 de abril de 2024

¡APACIGUA EL REBAÑO! Monseñor González: «Pedimos paz para resolver los conflictos pacíficamente»

Feligreses vestidos con la túnica morada, en sillas de ruedas, con muletas, cargando bebés recién nacidos, con cruces de madera, descalzos y arrodillados estaban en el templo para venerar al Nazareno de San Pablo, la imagen más emblemática de la Semana Santa caraqueña, en una jornada que aglutinó muchos menos feligreses que años anteriores.

El obispo auxiliar de Caracas, Jesús González de Zárate, presidió la Eucaristía del mediodía en la Basílica de Santa Teresa, la que suele celebrar el Arzobispo de Caracas, cardenal Jorge Urosa Savino, quien no pudo estar presente pues se encuentra recuperándose de una intervención quirúrgica.

González de Zárate animó a los fieles que se congregaron en torno al Cristo con la cruz a cuestas. “Él puede compadecerse de nuestros dolores y angustias, de nuestras ignorancias y extravíos. Ante los momentos difíciles que vive nuestra patria, frente a la incertidumbre que podamos sentir por lo que viene, no estamos solos, Él es nuestro defensor, nuestra fuerza. En medio de nuestra debilidad, Jesús escucha a los pobres y no desprecia a los que están cautivos”.

Interpeló a los devotos del Nazareno a responderse esta pregunta: “¿Cómo podemos ser portadores de la luz y la esperanza en una sociedad envuelta por la oscuridad y las tinieblas?”.

El pastor de la Iglesia católica hizo un llamado a los fieles a no esconder la luz de la fe, a apartarse del egoísmo, la violencia, la injusticia y a no mimetizarse con el ambiente. “Todos debemos ser responsables por nuestros deberes ciudadanos, desde el lugar donde nos encontremos debemos buscar una sociedad donde no existan desigualdades”.

Durante la homilía hizo alusión al Evangelio recordando que la traición de Judas es una historia actual. “El que se dice devoto del Nazareno y no guarda sus mandamientos es un mentiroso. Es necesario vivir como él vivió, amando a Dios y al prójimo. Somos nosotros los que nos apartamos con enfrentamientos estériles, con la corrupción y el despilfarro de los bienes que pertenecen a todos. La convivencia libre, justa y fraterna es la respuesta. Frente al mal un cristiano no puede permanecer indiferente”.

Ante la dramática situación que vive el país, el obispo auxiliar de Caracas puso a disposición la infraestructura organizada de la Iglesia, a través de Cáritas, para ayudar a enfrentar las carencias. Exhortó a los medios de comunicación social a promover la solidaridad nacional para ayudar a encontrar soluciones valederas. “Pedimos por la paz de nuestro país, para que podamos resolver los conflictos de manera pacífica”.

González de Zárate invitó a los feligreses a renovar su encuentro personal con Jesús. “Quienes se dejan salvar por Él son liberados. Con Cristo siempre nace y renace la alegría”.

 

NAM/El Universal