La inestabilidad política del país ha agravado la polarización, pero al mismo tiempo ha generado un punto medio entre los dos dos polos de poder extremistas que se encuentran enfrentados: el gobierno de Nicolás Maduro y el llamado gobierno interino de Juan Guaidó. Ese punto medio, producto de la misma crisis política y de las estrategias del chavismo con su control sobre el Estado, es la junta directiva paralela de la Asamblea Nacional que asumió el pasado 5 de enero.
Y es que su presidente, Luis Parra, en disputa del Parlamento con Guaidó, realizó una serie de anuncios al país este lunes, y entre ellos, le exigió a Maduro que restablezca las relaciones diplomáticas de Venezuela con Estados Unidos.
A pesar de que no cuenta con reconocimiento internacional, a excepción de Rusia (único soporte financiero que le queda al gobierno de Maduro), Parra y su AN paralela manifestaron que el país debe volver a tener relaciones diplomáticas de respeto y cooperación con el gobierno de EEUU, que tampoco reconoce a Parra como jefe del Parlamento y que también podría intensificar la estrategia de las sanciones financieras contra el aparato de poder de la administración chavista.
Además, Parra exigió al gobierno de EEUU y al gobierno de Maduro que ejecuten una auditoría sobre los recursos que envió la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) al equipo de Guaidó con el objetivo de iniciar un programa de ayuda humanitaria, aunado a los 400 millones de dólares que el Departamento de Estado ha enviado a la Asamblea Nacional y a la oposición liderada por Guaidó (para gestionar el proyecto de transición que plantea el líder opositor) también a través de la USAID y con la coordinación de Eliott Abrams, agente especial de EEUU para la crisis de Venezuela.
Ese anuncio de Parra podría implicar una estrategia de ese sector disidente de la oposición, acusado de corrupción en complicidad con el gobierno de Maduro, para centrar la opinión pública en la gestión política de la AN paralela hacia una posible negociación o cohabitación de ese sector con el gobierno de Maduro, pues Parra y su grupo político se oponen a las gestiones de presión diplomática y financiera del equipo de Guaidó con base en su proyecto de transición, el cual es rechazado por Parra.
El parlamentario, ex dirigente del partido Primero Justicia, también anunció que desde la AN emprenderá acciones para agilizar el proceso de conformación de un nuevo Consejo Nacional Electoral (CNE).
Esa medida la informó a tan solo semanas de que, posiblemente, la Constituyente convoque y anuncie una fecha para las elecciones parlamentarias adelantadas, que son respaldadas por la Asamblea Nacional paralela de Luis Parra y rechazadas por la AN legítima presidida por Guaidó, pues este último la califica como una elección premeditada que el chavismo usará para terminar de cerrar su ciclo de dominio sobre todos los poderes del Estado venezolano y sobre su control político, económico y territorial del país en medio de la actual crisis.
Por último, Parra informó que también realizarán gestiones para garantizar y materializar la liberación de más presos políticos, entre ellos el dirigente sindical Rubén González y los dirigentes opositores Juan Requesens y Gilber Caro, aliados del sector de Guaidó.
Ricardo Serrano
