Aquí te explicamos en qué consisten esos miedos y como removerlos de nuestra vida para siempre:
MIEDO A LA SOLEDAD
Nunca estamos completamente solos y no en el sentido de que estamos rodeados de personas en todos los ámbitos de nuestra vida, sino también porque estamos unidos a la vida misma, al universo, la naturaleza y la tierra. Estamos vivos y por eso pertenecemos a algo, también somos parte importante del ritmo de la existencia propia y de los demás.
Quien teme a la soledad lucha contra su propio ego, que le pide ser centro de atención entre amigos, pareja o compañeros de trabajo. El tener tiempo para uno mismo es necesario para conocernos a profundidad y descubrir nuestra misión en la vida.
MIEDO A LA ESCASEZ
Vivimos en una época muy enfocada en lo material; los conceptos de éxito y plenitud van muy ligados a la cantidad y calidad de objetos que poseemos, es por ello que el miedo a la escasez es tan frecuente en nosotros.
Debemos aprender a valorar lo que tenemos y trabajar para obtener lo que deseamos, siempre conscientes de nuestro lugar en la vida y dejando de lado las comparaciones con otras personas.
Si dejamos que los objetos definan quienes somos jamás podremos conocernos realmente; no somos un celular caro ni ropa de moda, no somos un auto ni un casa lujosa; somos inteligencia, bondad y amor.
MIEDO A LA ENFERMEDAD
La enfermedad no solo procede de un desequilibrio en nuestro cuerpo o por el efecto de agentes dañinos que entran en él. La enfermedad también surge de una mente intranquila, de las dudas, los miedos y las angustias sin resolver.
Perder miedo a la enfermedad es perder miedo a nuestra propia fragilidad, a la idea de que un día ya no estaremos aquí. Es necesario mantener un equilibrio entre mente, cuerpo y espíritu.
MIEDO A LA MUERTE
Uno de los miedos que más limita nuestra existencia es el miedo a la muerte; irónicamente prestamos mucha atención a la muerte más que a la vida misma y dejamos de enfocarnos en vivir el día a día de la mejor manera.
Todo tiene un final, incluso la vida y debemos trabajar todos los días para acercarnos lo más que podemos a las cosas que queremos lograr. El futuro solo es una imagen que tenemos en la mente, no sabemos si llegará o no y por ello debemos ponerle atención pero enfocarnos más en el presente.
Si las cosas terminan el día de mañana, debes tener la satisfacción de que diste lo mejor de ti, que hiciste lo que te hacía realmente feliz, que te alejaste de lo que te hacía daño. No tengas miedo a la muerte, es peor vivir todos los días sin estar realmente viviendo.
NAM/Soy Carmín
