Cinco años han pasado de la proclamación de Felipe VI. Aquel 19 de junio de 2014 marcó un antes y un después en la historia de España y este miércoles, coincidiendo con el quinto aniversario, el monarca ha abierto las puertas del Palacio Real para imponer las condecoraciones de la Orden del Mérito Civil a un conjunto de ciudadanos, reconociendo así su compomiso personal y contribución social. Junto al Rey, estaba la reina Letizia, radiante una vez más, con un ‘look’ muy distinto al que lució en Windsor durante la investidura de don Felipe como caballero de la Orden de la Jarretera. Los soberanos no han entrado solos al Salón de Columnas. La princesa Leonor, que al igual que su padre llevaba el Toisón de Oro en la solapa, y la infanta Sofía se han unido a ellos, ofreciendo una estampa muy familiar.
La última vez que vimos a la princesa Leonor, de 13 años, y a la infanta Sofía, de 12, fue en la pasada Misa de Pascua, celebrada el 21 de abril en la Catedral de Palma. Poco a poco, las hijas de los Reyes van teniendo más presencia en la agenda oficial y la heredera debutará este año en los Premios Princesa de Asturias, una noticia muy esperada, ya que desde hacía tiempo se especulaba con la posibilidad de que Leonor viajara a Oviedo y asistiera a los galardones que llevan su nombre desde 2014.
Al acto se ha sumado el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, y el ministro de Exteriores, Josep Borrell. Y es que el Rey es el Gran Maestre de la Orden del Mérito Civil, y el ministro de Exteriores, el canciller.
La ceremonia ha comenzado a las 12:00 horas con una interpretación del himno nacional por un cuarteto de cuerda integrado por jóvenes alumnas de la ‘Escuela Superior de Música Reina Sofía’. Instantes después, Pablo Motos y la periodista navarra Elena Ochoa ha presentado uno a uno a los 41 condecorados, 22 hombres y 19 mujeres, pidiendo un fuerte aplauso para Clotilde Veniel Gómez, de 107 años, condecorada por su trabajo como voluntaria de la Cáritas parroquial de Bicorp, Valencia.
Clotilde ha viajado a Madrid con su hija Clotilde, de 78 años, y Desiré, una de sus nietas. “Es una barbaridad la alegría que hay en casa, porque se lo merece mucho, es una mujer extraordinaria que no cesa de alegrar la vida de los demás”, declaró Desiré a la cadena Cope. “Lo primero que me dijo, cuando me pidió que le preparase la maleta de ruedas para irnos a Madrid, es que le pusiera maquillaje para que la vean bien guapa”, añadió.
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