«Además de reprogramar la cartera existente de proyectos de salud para atender la crisis, el BID puede dirigir 3.200 millones de dólares adicionales al programa de préstamos inicialmente estipulado para 2020», que, junto a los servicios planteados en pasados designios, «pondrían a disposición de los países hasta 12.000 millones de dólares que pueden ser destinados a la crisis y sus consecuencias», se lee en el comunicado.
La organización multilateral especificó el enfoque que le darán al conjunto de recursos financieros y técnicos que han puesto a disposición para sus países miembros prestatarios en cuatro áreas de atención:
El primer tema se versa en la respuesta inmediata para salud pública. En donde se espera el “apoyo a la capacidad de preparación y respuesta sanitaria con recursos para contener la transmisión del virus y mitigar su impacto, mediante el fortalecimiento de los sistemas de salud y la compra de insumos y equipos”, explicó el BID.
Luego, se manifiesta el objetivo de reforzar las redes de seguridad para las poblaciones vulnerables, en donde se requiere financiar medidas que protejan los ingresos de las poblaciones más afectadas; como los trabajadores en el sector informal y las empresas formales en sectores especialmente afectados por la crisis, poniendo de ejemplo al turismo; a través de programas existentes de transferencias, pensiones no contributivas y subsidios.
Otro punto que el BID recalcó fue el apoyo para las pequeñas y medianas empresas, “que representan el 70% del empleo en la región”, especificando que el crédito se destinará a “programas de financiamiento y garantías de liquidez de corto plazo, de comercio exterior, de restructuración de préstamos, y de apoyo a cadenas de suministro estratégicas”.