La liberación inmediata de los presos políticos, así como la denuncia de los tratos crueles y las torturas a las que son sometidos en las cárceles venezolanas, son dos puntos abordados por la Asamblea Nacional (AN) durante la primera sesión del segundo periodo parlamentario celebrada este martes.
Los diputados expusieron los casos del parlamentario Juan Requesens, que cumple 42 días tras las rejas, así como del joven Lorent Saleh, quien ya tiene 4 años privado de libertad.
«A Requesens, quien es un compañero, no solo le violaron su inmunidad parlamentaria. No conforme con eso, lo han sometido a torturas crueles e inhumanas. No ha podido ver a sus hijos ni estos a él… La tortura es psicológica y es fuerte, tanto para Requesens como para su familia», denunció la diputada Yajaira Forero, quien exhortó al resto de los parlamentarios a «no rendirnos», tal como lo manifestó el joven diputado antes de ser detenido.
El legislador Williams Dávila, con motivo de la celebración del Día Mundial de la Democracia, expuso el caso de Lorent Saleh. El joven activista de derechos humanos fue detenido en Colombia hace 4 años, país al cual huyó después de una orden de captura emitida por el Gobierno. Saleh fue extraditado de Colombia a Venezuela.
Dos intentos de suicidio
Yamile Saleh, madre de Lorent, fue invitada al hemiciclo para exponer el caso. Saleh aprovechó su derecho de palabra para recordar: «Mi hijo fue muy crítico con la Asamblea Nacional, pero también cree en esta institución. En 2010, antes de las elecciones, hizo campaña a favor de que votaran en las elecciones y por la oposición. Fue crítico, pero lo ha sido para bien de la asamblea», manifestó.
Saleh, quien pidió libertad en nombre de todas las madres de los presos políticos, recordó los momentos trágicos vividos por Lorent durante su encierro: «Cuando lo metieron en ‘la tumba’ fueron 16 meses de tortura. Nos han violado todos nuestros derechos humanos. Lorent ha sido torturado física y psicológicamente. Hoy, con 30 años, no inculpa a nadie. Lleva dos intentos de suicidio, ¿sabían eso?», contó la dama.
Manifestó que «el Gobierno no ha triunfado sobre mí, porque no hay odio en mi corazón», y pidió a los parlamentarios unirse con la sociedad. «Ustedes, los diputados, sabían que no iba a ser fácil. Conéctense con la sociedad civil. No se resignen, trabajen con unidad verdadera, no de partido. Una unidad con la sociedad. Los sectores populares están incluidos. Debemos unirnos porque ellos nos necesitan», pidió Saleh.
Finalmente, los parlamentarios Gilber Caro y Dignora Hernández expresaron, en sendos discursos, la admiración por Yamile Saleh, así como el repudio por las condiciones a las que están sometidos los presos políticos.
NAM/Contrapunto
