Además, hay que tener presente que el cuerpo necesita más recursos energéticos. Por eso, cuando estamos estresados, nos apetecen más alimentos procesados con grasas hidrogenadas y un exceso de azúcar o sal, placeres momentáneos que desequilibran el sistema nervioso.
Si escogemos alimentos saludables, podemos aliviar la tensión, estabilizar el azúcar en sangre e ir eliminando el estrés. Algunos alimentos cocinados al horno ayudan a relajarse y a conciliar el sueño. Por ejemplo, calabazas, boniatos, patatas, yuca…
A su vez, un objetivo principal es mantener la salud intestinal para garantizar la formación de los neurotransmisores necesarios, como la dopamina y la serotonina.
En casos de estrés de larga duración, podemos complementar la dieta con algún adaptógeno como la ashwagandha, el regaliz o la rodiola.
La meditación también te puede ayudar a gestionar el estrés.
DIETA ANTIESTRÉS: 10 ALIMENTOS PARA BAJAR EL RITMO
Estos diez alimentos abordan necesidades diferentes del organismo en situaciones de estrés, pero en general reponen nutrientes que el organismo necesita en mayor cantidad cuando se le pone a prueba.