Las autoridades y medios oficiales de Cuba guardaron silencio este sábado sobre la estancia en la isla del expresidente boliviano Evo Morales, quien viajó en la víspera al país caribeño para una consulta médica desde México, donde se le da asilo.
La única mención en la prensa estatal sobre la visita de Morales la hizo el diario Granma, órgano del gobernante Partido Comunista de Cuba (único legal), en una nota corta publicada en su web sin fuentes propias -citó a una agencia extranjera- ni imágenes de la llegada del líder indígena.
Solo la oficialista agencia internacional Prensa Latina replicó la noticia de Granma y el resto, entre ellas la web Cubadebate y televisión estatal de la isla, se han limitado a informar sobre la situación en Bolivia y las publicaciones de Morales en Twitter, sin precisar que este se encuentra en territorio cubano.
El propio político, muy activo durante el día en la red social desde donde envió saludos a sus seguidores, ha evitado referencias a su paradero.
El presidente cubano Miguel Díaz-Canel y la Cancillería cubana tampoco se han pronunciado hasta el momento.
Evo Morales es un estrecho aliado de La Habana. Es muy cercano al exmandatario Raúl Castro y fue el segundo gobernante, después de venezolano Nicolás Maduro, recibido por Díaz-Canel tras su toma de posesión en abril de 2018.
El viaje del exjefe de Estado el viernes a Cuba fue confirmado a EFE por la exministra boliviana de Salud, Gabriela Montaño, quien aseguró que «el Presidente Evo Morales está en Cuba para una consulta médica con el equipo médico cubano que antes en Bolivia lo atendió».
Fuentes de la Secretaría de Relaciones Exteriores de México indicaron que «Morales viajó por la mañana rumbo a Cuba», y que el expresidente informó que «se trata de un viaje temporal». El político indígena se ha tratado varias veces en La Habana en el mismo hospital militar donde fueron atendidos los fallecidos Hugo Chávez y Fidel Castro, una instalación muy segura a prueba de curiosos.
Se ha especulado que Morales quiere trasladarse de Cuba a Argentina una vez que Alberto Fernández asuma la Presidencia de esa nación suramericana el 10 de diciembre, y desde allí organizar la estrategia de su partido, el Movimiento al Socialismo (MAS), para las próximas elecciones en Bolivia, aún sin fecha fija.
NAM/EFE
