Con un salario de 800 mil bolívares integrales al mes el venezolano no puede llevar una alimentación balanceada, teniendo en cuenta la inflación y que el mencionado sueldo está pulverizado.
La directora del Observatorio Venezolano de la Salud (OVS), Marianella Herrera, resaltó el tema de la pandemia y la inseguridad alimentaria, señalando que aunque la invitación por la pandemia es a quedarse en casa, no se le puede pedir a un ciudadano que vive del día a día que no salga a trabajar y muera de hambre.
En nombre de la organización manifestó preocupación y destacó que la mala alimentación del venezolano porque el dinero no le alcanza es un problema que viene de hace muchos años, pero que efectivamente ha ido empeorando.
Arroz, panes y pastas, harina de maíz precocida y algún tipo de grasas es básicamente la dieta de un ciudadano en el país, ante esto Marianella Herrera destaca que “esto no es una dieta equilibrada” y que la única proteína animal que consumen la mayoría de los venezolanos es la que dan en los comedores populares.