viernes 29 de marzo de 2024

¡AGRAVA SU FRAGILIDAD! División de Podemos pone en aprietos al Gobierno español

El cisma de Podemos, con su consiguiente fragmentación y debilitamiento electoral, pone aún en más aprietos el futuro del mandato de Pedro Sánchez y su ya de por sí frágil estabilidad. Además, presagia más nubarrones negros para que el PSOE pueda revalidar su poder territorial, o al menos salvar los muebles, en laselecciones municipales y autonómicas de mayo.

El Gobierno no quiso asumir públicamente ayer que la fractura de su principal socio parlamentario –que le permite que la exigua minoría de 84 diputados socialistas que le sustentan en el Congreso parezca más robusta, al superar el centenar y medio– es otra noticia negativa que tiene que encajar. La portavoz, Isabel Celaá, no quiso abordar desde la Moncloa la crisis que desborda a Podemos –“no nos corresponde esa reflexión”–, más allá de asegurar que “no habrá un impacto negativo” para el acuerdo presupuestario que Pedro Sánchez selló con Pablo Iglesias el pasado mes de octubre para tratar de sacar adelante unas cuentas públicas cuyo futuro ya de por sí es una incógnita ante las resistencias del PDECat y ERC.

El escenario del adelanto

Los fieles a Sánchez no se atreven a augurar el mejor calendario: “¡Cualquiera acierta!”

Pero en el Gobierno y el PSOE es obvio, en las actuales circunstancias, que cuanto peor le vaya a Podemos, peor les irá a ellos, ya que actúan como bombona de oxígeno en muchos casos indispensable. Las alarmas socialistas ya se dispararon con el desplome de Podemos en las elecciones andaluzas del pasado 2 de diciembre. Unido a la debacle del PSOE, les hizo perder la presidencia de la Junta de Andalucía después de 36 años de mandatos ininterrumpidos. Dirigentes socialistas sacaron conclusiones de las elecciones andaluzas que se podrían extrapolar a las municipales y autonómicas de mayo, y también para cuando Sánchez decida convocar las generales. “Sube Ciudadanos, irrumpe Vox, baja Podemos y baja el PSOE, mal asunto”, resumieron.

En la Moncloa, todos los escenarios posibles para un adelanto electoral están sobre la mesa, pese al empeño de Sánchez por intentar prolongar su mandato hasta agotar la legislatura en junio del 2020. La acentuada crisis de Podemos podría invitar a repensar cuál será el mejor calendario. Aunque el escenario es tan volátil que nadie se atreve a hacer pronósticos o a presuponer los beneficios de un “superdomingo electoral” en mayo, para hacer coincidir todas las elecciones y jugárselo a todo o nada. “¡Cualquiera acierta!”, alegan los fieles a Sánchez, ante la incertidumbre.

El adiós de Errejón

La formación morada intenta mitigar el coste electoral para todos los frentes abiertos

La crisis de Podemos en Madrid, en todo caso, ahonda las funestas previsiones que dirigentes del PSOE ya tenían sobre sus resultados electorales en mayo en la Comunidad y el Ayuntamiento de Madrid. Y la caída de la formación morada en la mayoría de los territorios ya llevó a algunos presidentes socialistas que ahora se apoyan en Podemos, como Emiliano García-Page y Javier Lambán, en Castilla-La Mancha y Aragón, a barajar posibles pactos postelectorales o de gobierno con Ciudadanos como alternativa para poder revalidar el cargo, si lo permiten los números.

Entre tanto, Podemos encarnaba ayer el luto. Abatimiento, resignación y la determinación de mirar hacia adelante con ese empuje visceral del viudo: la pérdida es irreparable, pero toca seguir. Ante la marcha de Íñigo Errejón a un nuevo proyecto político junto a Manuela Carmena, que en la dirección de Podemos todos consideran dramática, injusta pero también irreversible, la formación se pone ya en el escenario posterior: trabajar para mitigar el indudable coste electoral que la ausencia de Errejón tendrá en los frentes abiertos a corto plazo. Local, autonómico, estatal y europeo.

Podemos ve irreversible la ruptura

Conscientes de que el rejonazo y su coste en imagen electoral llegan en el peor momento, con la derecha encorajinada en las tierras del Sur reuniendo tropas para el asalto a la Meseta, la dirección de Podemos se conjura para redoblar esfuerzos por marcar perfil. En clave estatal: mínima tolerancia a la racanería gubernamental respecto al pacto de presupuestos. El pleno del martes, en el que se votan los últimos decretos del Gobierno, será elocuente del ambiente para el debate de presupuestos, y planea sobre él un eventual portazo a las propuestas del Ejecutivo, tanto en alquileres urbanos como en pensiones, por no atenerse a lo firmado en octubre por Iglesias y Sánchez.

El suelo se mueve y Podemos necesita más que nunca perfil propio, lo que es otra mala noticia para los presupuestos, en la medida en que el Gobierno trate de regatear lo ya firmado. Ayer, todos los cargos de Podemos, Irene Montero, Ione Belarra, Pablo Echenique y Noelia Vera, transmitieron la misma idea: mientras el partido trabajaba simultáneamente en sacar adelante el acuerdo presupuestario –en especial en lo relativo a alquileres, salario mínimo, factura de la luz y pensiones– y en cerrar las listas madrileñas con Carmena, IU y Equo, Errejón maquinaba en secreto otro proyecto político junto a la alcaldesa madrileña. Fue elocuente la portavoz parlamentaria y número dos de Podemos, Irene Montero, sobre el supuesto ensanchamiento del espacio electoral argüido por el joven politólogo: “Si era tan buena idea, ¿por qué no la compartió con la militancia y con sus compañeros de Podemos?”.

“¿Cómo vas a tomar medidas contra quien ya no forma parte del partido?”, dice Montero

Todos lo dan por exiliado de Podemos. Y le invitan a dejar el acta de diputado, aunque ni se la piden. Tampoco anuncian sanciones: “¿Cómo vas a tomar medidas disciplinarias contra alguien que ya no forma parte del partido?”, se preguntaba Montero. El secretario de organización, Pablo Echenique, disparó con bala, maliciando que Errejón quizá no entregase el acta porque hasta mayo no dispone de otro sueldo que el de diputado.

Hoy se reúne el comité de campaña de Podemos en Madrid, con todos los candidatos de los territorios y no estará Errejón, que permanece en silencio después de haber dicho el jueves por la noche en la Ser que seguía siendo candidato de Podemos y le sorprendía la sorpresa de sus compañeros: “Soy previsible”.

“Lo coherente sería dejar el escaño, pero de algo tiene que vivir”, dispara Echenique

El efecto de la inopinada maniobra del ex número dos y cofundador, con el expeditivo adiós muy buenas con el que le respondió el propio Pablo Iglesias, parece que no entraba en los planes del sector carmenista de Podemos en Madrid ni de buena parte del errejonismo restante, a la luz de las reacciones de ayer y del silencio de Errejón. Tanto la portavoz del Ayuntamiento como la de la Asamblea de Madrid, Rita Maestre y Clara Serra, dicen que no conciben la posibilidad –ya confirmada por Podemos– de que el partido morado presente una candidatura autonómica contra el nuevo artefacto político de Errejón. Ambas dicen estar seguras de que irán juntos todos en una sola candidatura. E imploran que se baje el tono dramático de la pugna y se reconduzca la situación, una posibi-lidad que en la dirección de Podemos, tras la política de hechos consumados que puso sobre la mesa Errejón, ni se baraja: no hay pugna alguna, se ha ido. A otra cosa.

 

La Vanguardia