El presidente del gremio de Contadores del estado Zulia, James Ramos, calificó como ortodoxo y ‘de guerra’ el Impuesto a las Grandes Transacciones Financieras (IGTF) que, con inmenso grado de confusión en cuanto a su operatividad y aplicación.
Lo define y lo explica en entrevista con Henry Ramírez en el programa matutino ‘Avanza’ transmitido por Metrópolis 103.9 FM, donde además expone que son mecanismos aplicados por los gobiernos en ‘lapsos pequeños’ como parte de un proceso de recuperación económica.
“En Argentina, por ejemplo, está en el orden de 0,60; en Colombia en 0,40; en Bolivia en 0,20 que son países donde ya se viene aplicando, pero en Venezuela está en el orden del 2% es decir mucho mayor el porcentaje que se cobra en otros países similares de Latinoamérica”.
Ramos explica que el impuesto aplica a sujetos pasivos especiales: “Un sujeto pasivo especial –si lo vemos desde el punto de vista del concepto que establecía Jesús Farías- se refiere a las ‘grandes empresas’ el problema es cómo medimos esas grandes empresas, cómo la administración (de Maduro) calificó a estos sujetos especiales, porque una empresa que facture 30 mil Unidades Tributarias (UT) califica como sujeto pasivo especial”.
Ramos detalla: “Pongamos que esta empresa factura las 30 mil UT, si las multiplicamos por 0,02 quiere decir que aquella empresa que haya vendido 600 bolívares el año pasado puede ser un sujeto pasivo especial”.
¿Y las personas naturales?
También pueden ser sujetos pasivos especiales, de acuerdo con Ramos: “La norma dice que si llegas a facturar 7.500 UT, es decir 150 bolívares en tu ejercicio fiscal del año pasado también eres candidato a ser sujeto pasivo especial y esta es una de las grandes fallas que tiene la ley; es decir, de ‘grandes’ (transacciones) no tiene nada, porque la ley y el decreto de modificación de la ley en ningún momento establece un mínimo para el pago, todo lo cual, implica que, tú como sujeto pasivo vas a comprar un caramelo siendo un sujeto pasivo especial, vas a tener que pagar el impuesto, entonces, la ley debía llamarse Impuesto a Todas las Transacciones Financieras hechas con dólares”.
Para desenredar este manojo
El directivo del gremio de Contadores aclara que: “La ley contemplaba que los sujetos pasivos especiales estaban obligados a pagar este impuesto; ahora bien, el decreto que modifica la ley amplía la base, es decir, no solamente van a pagar los sujetos pasivos especiales sino dos personas más a través de las cuentas custodias, es decir, estas cuentas tenían un decreto de protección, que son las cuentas en dólares de la banca nacional, bueno, hasta la banca nacional se ha visto obligada a suspender las transacciones en dólares porque ahora la modificación de la ley los saca de esa protección”.
“Tu como sujeto pasivo especial y estás en la obligación de cobrarme a mí, siendo persona natural con el IGTF, es decir incluir el 3%; la banca, porque usan el servicio de la banca, la intermediación, va a cobrar ese 3%, es decir, la norma no aclara ese 3% por concepto de impuesto lo cobras tú o la banca, ahí hay otro vacío, entonces, tú me cobras el 3% en tu factura, yo te lo pago, utilizo estas cuentas custodias que el banco me retiene un 3%, entonces, dejaron crecer esas cuentas, les dieron un decreto de protección y entonces ahora que han engordado las cuentas quieren cobrarles el impuesto”.
Ramos afirma que en realidad, en las operaciones que se hicieron a partir del día viernes, en el cual entró en vigencia la norma no fue un 3% sino un 6% lo que le cobraron a la gente.
“Te cobró la banca su 3% y te cobró el sujeto pasivo especial en su factura su 3% y entonces ahora el que paga está esperando un reintegro de ese 3% demás y ¿quién te va a reintegrar ese 3% demás?”.
“Es discriminatorio –añade- Tu llevas un billete de 100 dólares a un supermercado, de esos 100 dólares solamente vas a poder usar 81, porque 16 se te van en el IVA y 3 se te van a ir en el IGTF esa es la realidad de este impuesto”.
El empeño es que se pague en Bs.
“El impuesto –reafirma el experto- lo tiene que pagar todo aquel que lo haga en cualquier moneda distinta al bolívar o al petro; sean dólares o sean pesos y eso incluye aquellos comercios que están utilizando PayPal y mecanismos similares y esto en vez de estimular, desestimula la inversión y la economía”.
Ramos explicó que los bodegones, por ejemplo, no califican dentro de los sujetos pasivos especiales, por tanto ellos no te van a cobrar el 3% del impuesto: “Pero tú te compras una botella de vino para tomártela con tu pareja y luego te da un dolor de cabeza y sales corriendo a comprarte un Losartán que lo debes pagar en dólares y entonces en la farmacia, que trabaja las 24 horas, y que sí está dentro de los llamados sujetos pasivos, allí si vas a pagar el impuesto, entonces te están exonerando un pago de impuesto por un licor, que no es un producto de primera necesidad y te lo están cobrando por una medicina que sí lo es, ahí hay una enorme incongruencia e irresponsabilidad en la norma”.
Dañino para la economía
Ramos argumenta que el IGTF genera una inmensa desconfianza, confusión e improvisación, tres elementos letales para el flujo y el desarrollo sano de una economía entonces, “de cada 100 artículos en las normas tributarias en Venezuela, aplicadas en los últimos años, el 30% son sanciones, entonces este es un gobierno que está viviendo de los impuestos, donde el impuesto eres tú, porque no hay ingresos petroleros desde hace cuatro años y todo lo que ingresa es vía impuesto y hacia allá apunta esta norma”.
No quieren dolarizar asfixiando al empresario
Ramos sostiene que el gobierno, luego de permitir en Venezuela esta suerte de dolarización de facto ahora la quieren corregir, pero a un precio bastante alto para el comerciante, para el usuario y para todo el mundo.
“Recordemos que este impuesto (IGTF) representa el 13% del ingreso del Estado en materia tributaria y aspiran llevarlo a un 18%, pero, esto tiene grandes cargas para el empresario, porque las empresas operan con máquinas fiscales y aquellas cuya capacidad no permita hacer la modificación para el cobro de este impuesto deben ser eliminadas, eso es un disparate, eso es bajarle los breques a una empresa, es decir, hay siete modelos de máquinas fiscales que en estos momentos van a quedar sin efecto, es decir que el sector empresarial va a tener otro gasto más en ir a comprar su nueva máquina fiscal las cuales están en el orden de los mil a los 2 mil dólares, pero resulta que tú tienes tres cajas en tu negocio, entonces necesitas tres máquinas fiscales, eso es una asfixia mecánica a la economía y a la empresa, es una carga para el empresario sumamente fuerte”.
“Los sujetos pasivos especiales están obligados a modificar su software de las máquinas fiscales, de sus sistemas administrativos, además del sistema administrativo se encuentra obligado a retener, enterar y cumplir y si no cumples con todo eso eres sujeto a ser sancionado, entonces el gobierno le endosa una responsabilidad al sector empresarial y esto no hará otra cosa que seguir estimulando la evasión”.
A Ramos le preocupa el tema de la evasión con la aplicación de este impuesto: “aquel empresario o comerciante que ha visto en no facturar algunos de sus ingresos como una tabla de salvación por todas las cargas fiscales que ya hemos explicado, se va a ver obligado a incrementar esa práctica y eso apunta a la informalidad de la economía y este impuesto va a llevar a acrecentar esa práctica que distorsiona enormemente la economía”.
“La banca detuvo las operaciones en las cuentas custodias, porque existe una doble tributación; ya la primera estampida de recursos salió cuando se presentó el Proyecto de Ley en primera discusión, que hablaban de un porcentaje entre el 2 y el 20% y la gente comenzó a sacar ese dinero del banco y guardarlo en el pote de nuevo y tenemos que recordar que estas cuentas custodias tienen unas comisiones un poco altas al momento de depositar y al momento de retirar, todo lo cual, hace imposible para un pequeño empresario una empresita que está en una utilidad marginal de un 6 o un 7% y un Estado que se cobra el 3% o sea un socio (si son dos o tres) de esa pequeña empresa, pues se la traga, le la devora sin poner ni un clavo ni un tornillo”.
Lapsos y luchas para entender la ley
Ramos informó que “va a haber un espacio de 15 a 20 días, de manera que el empresario pueda entender y las cámaras seguir reuniéndonos con el Estado, con la administración tributaria para que se aclare un poco todas estas interrogantes y lógicas que se plantean a partir de la aplicación de esta ley ya modificada y esta es una ley que, a estas alturas es imposible que tenga una vuelta atrás, ya el Gobierno aumentó sueldos y salarios, ellos hacen sus cuentas”.
“En Venezuela no existe la cultura tributaria; el cobro de impuesto ha sido eficiente, pero, la aplicación de ese cobro en beneficio de los terceros en cuanto a la compensación no ha sido proporcional”, cierra el experto.
La lucha está, dice Ramos, en equilibrar la ley, pedir incluso la eliminación de las personas naturales en el cobro del impuesto y con eso ya se equilibran las cargas o bajar las alícuotas.
NAM/Equipo de Economía
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