jueves 28 de marzo de 2024

¡ADMINISTRACIÓN INDIGNA! Presidente Temer niega cargos de corrupción

El presidente de Brasil, Michel Temer, dijo el lunes que los cargos de corrupción en su contra fueron el resultado de los intentos de su gobierno de reformar el sistema de pensiones del país, una explicación que seguramente causará sorpresa, si no molestia, en la nación más grande de Latinoamérica.

El año pasado, el fiscal general Rodrigo Janot acusó dos veces a Temer, un político de carrera conocido por su habilidad para sacar votos en un sistema multipartidista a menudo caótico, en casos de corrupción que involucran presuntos sobornos y obstrucción de la justicia. Aunque Temer ha podido evitar el juicio siendo presidente, muchos observadores políticos y legales creen que esos casos se abordarán después de que termine su mandato a fines de este año.

En una entrevista con The Associated Press, Temer negó actuar mal y dijo que su administración sufrió una “indignidad” porque estaba tratando de asumir el sistema de pensiones, que es uno de los temas más espinosos del país. Como parte de eso, Janot usó todos los recursos a su disposición, dijo Temer.

“Por un lado, yo estaba tratando de combatir los privilegios, y por otro lado, este hombre estaba tratando de proteger esos privilegios”, dijo Temer, hablando en el Hotel Four Seasons. Temer estaba en Nueva York para participar en las reuniones de alto nivel esta semana en la Asamblea General de Naciones Unidas.

En una declaración emitida a la AP el lunes por la noche, Janot _quien renunció como fiscal general cuando finalizó su mandato a fines del año pasado_ dijo que los comentarios de Temer eran un intento de “desviar la atención y justificar lo injustificable”.

“Los informes de la policía federal, videos, grabaciones y testimonios de testigos hacen imposible pasar por alto la verdad”, escribió.

Como vicepresidente, Temer llegó al poder en 2016 después de que la presidenta Dilma Rousseff fuera acusada y destituida por administrar ilegalmente el presupuesto federal. Mientras Rousseff acusó a Temer de ser parte de lo que llamó un “golpe de estado” en su contra, negó las acusaciones y prometió llevar a cabo reformas que sacarían a la mayor economía de América Latina de su peor recesión en décadas.

La administración de Temer aprobó un tope de gastos y una importante reforma al código laboral, y la economía volvió a un crecimiento modesto el año pasado, poco más de 1%, después de contraerse casi 4% tanto en 2015 como en 2016.

“Cuando asumí el cargo en 2016, encontramos el país en un estado de desastre económico”, dijo en la entrevista. “Obviamente, queda mucho por hacer. Sin embargo, disfrutamos de tranquilidad ya que dejamos el gobierno listo para la próxima administración”.

Sin embargo, varios de ministros de su gabinete, y el mismo Temer, han estado en el centro de muchos escándalos.

Según Janot, Temer orquestó supuestamente un plan en el que recibiría pagos por millones de dólares para ayudar a resolver un problema comercial para JBS, una gigantesca empacadora de carnes. La policía federal captó en video y arrestó a un ex asistente que llevaba una maleta con 150.000 dólares en efectivo, supuestamente un pago para Temer.

Debido a que Temer es un presidente en funciones, sin embargo, solo el Supremo Tribunal de Brasil puede juzgarlo. Y eso solo puede suceder si una súper mayoría en la cámara baja, considerada el conducto del pueblo, vota para permitir que se inicie un juicio. Ambas veces Temer obtuvo suficientes votos para evitar el juicio, y muchos diputados dijeron que votaron con el presidente simplemente para salvar al país de la confusión política que causaría otro retiro presidencial.

El nivel de aprobación de Temer siempre ha sido de un solo dígito, en un momento fue del 3%, y los candidatos presidenciales, incluso aliados de una sola vez, han hecho todo lo posible para distanciarse de él.

Los brasileños van a las urnas el 7 de octubre, con una segunda ronda el 28 de octubre si ningún candidato obtiene más del 50% de los votos. El nuevo presidente asumirá el cargo el 1 de enero.

“Temer tiene pocos amigos y ha sido atacado por todos los candidatos”, dijo David Fleischer, profesor emérito de ciencias políticas en la Universidad de Brasilia.

Fleischer dijo que la mejor perspectiva de Temer para evitar ser procesado por corrupción _la policía ha comenzado desde entonces a investigar otros dos casos potenciales en su contra_ sería si puede ser nombrado embajador de la administración entrante, lo que le otorgaría inmunidad parcial.

“No estoy seguro de si alguno de los posibles nuevos presidentes tomaría esa iniciativa”, dijo Fleisher.

En la entrevista, Temer dijo que su administración será apreciada con el tiempo. Agregó que sus reformas “no eran medidas populares” y que “la gente reacciona negativamente” a los intentos de cambio.

“La historia reconocerá los logros”, dijo Temer, quien el mismo día dijo que trataría de lograr que el Congreso vote sobre la reforma de las pensiones.

Sin embargo, las perspectivas son escasas dada la aprobación de Temer combinada con la realidad de que para reformar el sistema de pensiones se necesitarían súper mayorías en el Congreso. No es fácil incluso cuando un presidente es muy popular.

En la entrevista, Temer elogió la respuesta de su país ante una creciente crisis de inmigración en su frontera norte. Decenas de miles de venezolanos han cruzado a Brasil, a menudo hambrientos y en busca de atención médica, sintiendo la agitación económica y política en casa.

La administración de Temer y los tribunales superiores han rechazado repetidos intentos del estado norteño de Roraima de cerrar la frontera. En la ciudad fronteriza de Pacaraima y Boa Vista, la capital del estado, miles de venezolanos duermen en las calles.

La gobernadora de Roraima, Suely Campos, dijo que los recursos estatales están a tope y que ya no pueden atender todas las necesidades. Campos acusa al gobierno federal de mentir acerca de proporcionar millones de dólares al estado para ayudar a los venezolanos.

Temer dijo que un programa para reubicar a los venezolanos a otros estados está ayudando a aliviar los problemas. Hasta la semana pasada, poco menos de 2.000 venezolanos habían sido reubicados, una fracción de los estimados 50.000 a 80.000 que se calculan están ahora en el país, principalmente en Roraima.

¿Y los fondos?

“Cuando la gobernadora alega que los recursos no han llegado, seguramente no visitado todos los refugios” y no considera otros recursos que el gobierno proporciona en Roraima, dijo Temer.

NAM/AP